Este 21 de junio llegan el verano y el día más largo del año

El verano es tiempo de piscinas. (Foto: Unsplash)
photo_camera El verano es tiempo de piscinas. (Foto: Unsplash)
Llega el 21 de junio, y, con él, el inicio del verano y el día más largo del año. Te contamos todo lo que provoca este fascinante fenómeno en el clima

El calor está a la vuelta de la esquina, el cuerpo lo sabe y el calendario también. Y es que estamos en el 21 de julio, que marca el inicio del verano, estación en la que el objetivo de buena parte de los ourensanos es acudir en busca del sol o todo lo contrario, escapar de él. Es tiempo de tomar helados, refrescarse en una buena piscina o acometer un viaje a otras latitudes. 

En este artículo, te explicamos por qué este es el día más largo de todo el año, así como cuál es el impacto real del solsticio de verano en el clima. Sobre todo cuando todo parece indicar que será una estación de temperaturas más altas incluso de lo normal.

¿Por qué es el día más largo del año?

El 21 de junio a las 16,58, en este momento preciso, el sol alcanza su mayor elevación sobre el horizonte, lo que permite que sus rayos incidan durante más horas.

Esto es lo que se denomina solsticio. En este instante comenzará el verano, y seguiremos en esta estación hasta el próximo 23 de septiembre. 

Y mucho ojo, porque a menudo se dice que la noche de San Juan es la más larga, del año, pero no es verdad: se celebra el 23, y la más larga es la del 21, si bien, como es lógico, la diferencia de duración entre ambas es muy pequeña.

 El impacto del solsticio de verano en el clima

El solsticio es un fenómeno natural, se produce dos veces al año en cada hemisferio y marca el inicio del verano o el invierno. Por la inclinación del sol, en el hemisferio norte el solsticio de junio coincide con el día más largo, con 15 horas de luz, y la noche más corta; y al revés en invierno. El término 'solsticio' viene del latín, y significa "Sol quieto". 

Si bien a menudo se viven olas de calor importantes en meses primaverales como abril o mayo, en verano las temperaturas altas en la práctica totalidad de la estación están casi aseguradas.

En esta segunda mitad del año, el cuidado que hay que tener con las quemaduras es máximo. En caso de no tomar precauciones, la probabilidad de terminar desarrollando enfermedades de la piel graves, como el cáncer de piel, se dispara. Y, de carácter más leve, se pueden originar manchas en la cara o el resto del cuerpo por efecto del sol. 

Como dato curioso, muchas personas creen, de forma intuitiva, que el calor del verano se  debe a que el sol está más cerca, pero todo lo contrario: en realidad, lo que ocurre es que sus rayos inciden de forma más directa.

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