El Gobierno valenciano modificó por decreto la ley de Radiotelevisión Valenciana (RTVV) para poder nombrar al nuevo director general, Ernesto Moreno, sin esperar a su elección parlamentaria, una decisión criticada por los partidos de la oposición que la ven como un golpe autoritario, y tras la que el presidente valenciano recupera el control del ente público antes del cierre. Además, el Gobierno valenciano también nombró en virtud del nuevo decreto-ley a los otros cuatro miembros del consejo de administración de RTVV que ocuparán las vacantes dejadas por los consejeros que en su día se nombraron a propuesta del PP.
Desde la dimisión el miércoles de Rosa Vidal y los consejeros del PP, los trabajadores se encargaron de la programación de Radiotelevisión Valenciana y multiplicaron las críticas al Gobierno por el anunciado cierre de la empresa.
Respecto a los plazos para hacer efectivo el cierre, anunciado el pasado martes, el vicepresidente autonómico José Císcar, insistió ayer en el carácter 'provisional y urgente de estas medidas' y en la necesidad de guardar 'prudencia'.
Lo que inicialmente se pretende con estas decisiones, explicó, es que la televisión valenciana 'funcione con normalidad, que no se produzcan situaciones en las que no se pueden tomar acuerdos por falta de acuerdo en el consejo' de administración y hacer frente a la situación de 'ingobernabilidad'.
Císcar afirmó en su comparecencia en Les Corts Valencianes, que readmitir a los 1.600 trabajadores del canal autonómico en cumplimiento de la sentencia que anula el expediente de regulación de empleo costaría 228 millones de euros hasta el año 2015, 'con los que se pueden construir 57 colegios y 60 centros de salud'.
RESPALDO A LA CLAUSURA
La decisión del Gobierno valenciano de cambiar la ley de RTVV se produjo después de que la junta directiva del Partido Popular de la Comunidad Valenciana haya respaldado por unanimidad en una reunión extraordinaria la propuesta del president de la Generalitat, Alberto Fabra, de proceder al cierre. Mientras, el secretario general del Partido Socialista del País Valenciano-PSOE, Ximo Puig, acusó al president de la Generalitat de Valencia de dar un 'golpe de mano' en Radiotelevisión Valenciana por cambiar la ley para recuperar el control de la empresa, que quiere cerrar al 'no poder aguantar ni 24 horas de televisión democrática y plural'.
El comité de empresa de RTVV emplazó por su parte al presidente de la Generalitat y a los grupos parlamentarios a iniciar una negociación urgente sobre la viabilidad de la empresa y su dimensión basada en la sostenibilidad y la rentabilidad social de la televisión pública.
Radiotelevisión Valenciana triplicó desde el miércoles su audiencia media durante la programación especial elaborada por los trabajadores de la empresa pública tars conocer la decisión de cerrar un canal a todas luces deficitario, e incluso el debate nocturno entre portavoces políticos con representación parlamentaria fue seguido por 322.000 espectadores de la comunidad autónoma presidida por Alberto Fabra.
Respecto a los plazos para hacer efectivo el cierre, anunciado el pasado martes, el vicepresidente autonómico José Císcar, insistió ayer en el carácter 'provisional y urgente de estas medidas' y en la necesidad de guardar 'prudencia'.
Lo que inicialmente se pretende con estas decisiones, explicó, es que la televisión valenciana 'funcione con normalidad, que no se produzcan situaciones en las que no se pueden tomar acuerdos por falta de acuerdo en el consejo' de administración y hacer frente a la situación de 'ingobernabilidad'.
Císcar afirmó en su comparecencia en Les Corts Valencianes, que readmitir a los 1.600 trabajadores del canal autonómico en cumplimiento de la sentencia que anula el expediente de regulación de empleo costaría 228 millones de euros hasta el año 2015, 'con los que se pueden construir 57 colegios y 60 centros de salud'.
RESPALDO A LA CLAUSURA
La decisión del Gobierno valenciano de cambiar la ley de RTVV se produjo después de que la junta directiva del Partido Popular de la Comunidad Valenciana haya respaldado por unanimidad en una reunión extraordinaria la propuesta del president de la Generalitat, Alberto Fabra, de proceder al cierre. Mientras, el secretario general del Partido Socialista del País Valenciano-PSOE, Ximo Puig, acusó al president de la Generalitat de Valencia de dar un 'golpe de mano' en Radiotelevisión Valenciana por cambiar la ley para recuperar el control de la empresa, que quiere cerrar al 'no poder aguantar ni 24 horas de televisión democrática y plural'.
El comité de empresa de RTVV emplazó por su parte al presidente de la Generalitat y a los grupos parlamentarios a iniciar una negociación urgente sobre la viabilidad de la empresa y su dimensión basada en la sostenibilidad y la rentabilidad social de la televisión pública.
Radiotelevisión Valenciana triplicó desde el miércoles su audiencia media durante la programación especial elaborada por los trabajadores de la empresa pública tars conocer la decisión de cerrar un canal a todas luces deficitario, e incluso el debate nocturno entre portavoces políticos con representación parlamentaria fue seguido por 322.000 espectadores de la comunidad autónoma presidida por Alberto Fabra.
