Llega tarde, y con retraso, pero sorprendiendo. Microsoft ha diseñado su nuevo sistema operativo para smartphones desde cero. Nada tiene que ver la última versión de Windows Phone con sus predecesoras 6.X. Ni siquiera está orientado al mismo público. Los de Redmond han decidido dejar de lado al público empresarial para crear dispositivos móviles para todos los públicos, donde las grandes apuestas son, por un lado, la completa integración con las redes sociales, y por otro, los videojuegos, que se espera que conformen la mitad del catálogo de aplicaciones para Windows Phone 7.
UNA INTERFAZ DIFERENTE
Lo primero que sorprende de Windows Phone 7 es su pantalla de inicio, formada por unos cuadrados de color liso con información llamados mosaicos dinámicos, donde se muestran mensajes y citas pendientes, noticias, la previsión meteorológica, o bien juegos y el estado de tus amigos; todo, actualizado de forma inalámbrica a través de Internet.
La libreta de direcciones se sustituye por el Hub de contactos, un centro social donde se unifican las formas de contactar con alguien, incluyendo teléfono, mail o redes sociales como Facebook o Twitter.
El sistema operativo se integra con Zune, el servicio de archivos musicales y con el servicio de videojuegos Xbox Live. Incluye, además, Office Mobile. Para el apartado de búsqueda y mapas, integra Bing.
Llega así un nuevo competidor contra iOS y Android, con una arriesgada interfaz, funcional y sencilla pero sobre todo, diferente.
