Este martes 21 de marzo se celebra el Día Internacional de los Bosques, una jornada dedicada a poner en estima los pulmones de la Tierra, quizá el elemento más importante para que exista la vida, pero sin embargo, algo muy olvidado y muy "maltratado".
Los bosques del planeta producen el oxígeno que permite a todos los seres respirar, lo que les permite realizar sus funciones vitales. Incluso los bosques de algas producen oxígeno para que los animales acuáticos pueden disponer de una medida conocida como oxigeno disuelto (OD), algo sin lo que los animales acuáticos no podrían sobrevivir.
Pero no solo producen oxígeno, últimamente hay un término que ha sido muy impulsado en términos de bienestar y salud. Los conocidos como "baños de bosque" son una práctica habitual en Japón, donde es conocido como Shinrin Yoku, su traducción literal es "absorber la atmósfera del bosque". La práctica de esta terapia ha demostrado reducir en gran medida el estrés y es una práctica habitual y muy arraigada en Japón, algo que otros países han tratado de integrar en su sociedad.
¿Cómo darse un "baño de bosque"?
Es muy sencillo. Solo hay un requisito para darse un "baño de bosque", relajarse y dejar de lado las prisas. Para llevar a cabo esta terapia solo se requiere de un espacio natural abierto, te recomendamos cinco bosques ourensanos de película, y una vez encontremos un espacio así, solo necesitaremos caminar sin prisa y disfrutar de la inmersión que produce la transición por estos espacios verdes.
Miyazaki y Juyoung Lee, de la universidad japones de Chiba University, demostraron exponiendo a 600 personas a estos "baños de bosque" que llevarlos a cabo redujeron el cortisol, conocido como la hormona del estrés. Un regalo más que nos ofrecen los bosques sin pedir nada a cambio y que hace que debamos tener más en cuenta estos espacios vegetales.
