Los catedráticos del único máster de terapia asistida por perros que hay en España aspiran a dejar de ser 'los de los perritos' y a tener un mayor reconocimiento de sus posibilidades científicas entre los pacientes que atienden, sobre todo ancianos, menores y enfermos mentales.
Alfonso Blanco Picabia, catedrático de Psiquiatría en la Universidad de Sevilla y uno de los directores del máster, explicó que cuando exponía a las distintas instituciones que querían impartir esta terapia les miraban 'con una risa de conmiseración', y ahora, tras comprobar su éxito, 'hacen cola' para recibirla. Sin embargo, lamenta que no pueden extender la terapia a nuevos 'clientes' porque con la crisis carecen de financiación, indicó el catedrático, que desarrolla el trabajo con ancianos, menores de un colegio de educación especial y personas con daño cerebral sobrevenido.
Esta terapia, que en España es algo 'incipiente' pero que en Europa o Estados Unidos se aplica desde hace más de veinte años, según el catedrático, permite elevar la autoestima y evitar depresiones, entre otras enfermedades. El catedrático aspira a que esta terapia se considere como algo 'riguroso y tan científico' como las actividades que se hacen 'en un laboratorio o en una sala de fisioterapia', y para ello insiste en la necesidad de que se use a los perros 'de manera científica' y tras un programa bien diseñado, con objetivos y metodología.
Los terapeutas con perros carecen de un censo de profesionales o de una asociación, lo que está promoviendo el catedrático y director del máster ante los numerosos 'aficionados' que usan los animales con supuestos beneficios entre los humanos pero sin el más mínimo rigor científico.
Esta terapia, que en España es algo 'incipiente' pero que en Europa o Estados Unidos se aplica desde hace más de veinte años, según el catedrático, permite elevar la autoestima y evitar depresiones, entre otras enfermedades. El catedrático aspira a que esta terapia se considere como algo 'riguroso y tan científico' como las actividades que se hacen 'en un laboratorio o en una sala de fisioterapia', y para ello insiste en la necesidad de que se use a los perros 'de manera científica' y tras un programa bien diseñado, con objetivos y metodología.
Los terapeutas con perros carecen de un censo de profesionales o de una asociación, lo que está promoviendo el catedrático y director del máster ante los numerosos 'aficionados' que usan los animales con supuestos beneficios entre los humanos pero sin el más mínimo rigor científico.