Y el jurado eligió una canción. Podría haber elegido algo que sería próximo a un himno (con toda la distancia y el respeto que merece), como "Ay Mamá", de Rigoberta Bandini o "Terra" de Tanxugueiras, pero decantaron la balanza de una competición desigual desde el minuto uno.
Todos mirando hacia la rivalidad entre Bandini y Tanxugueiras, pero la tapada era Chanel. Una Chanel espectacular, con unos movimientos perfectos y una voz correcta, en una actuación buena, sin más. Sin menospreciarla, el jurado de TVE prefirió un producto a un mensaje, algo que se saliera de lo políticamente correcto o que les pudiera acarrear algún problema.
El concepto de Chanel está bien, pero está visto, muy visto. Sin embargo Bandini, Tanxugueiras, Rayden (soberbia actuación) e incluso Varry Brava (divertidísimos) podrían haber ofrecido un espectáculo diferente, sin complejos y probablemente con más éxito (a priori). Ahora de nada sirve lamentarse, pero se ha perdido una oportunidad de hacer algo diferente, de reivindicar la cultura y la imagen de un país más allá de cuatro clichés por los que se conoce a España.
Nuevamente en Turín seremos uno más, con mayor o menor suerte en las votaciones, pero uno más.
Más grave, al margen de la selección de una u otra canción, es la desconexión del jurado profesional con la sociedad. No han sabido o no han querido entender los mensajes que les llegaron en forma de voto demoscópico y televoto el jueves y el viernes y han seguido en sus 13, algo que deja un poco tocado a un Benidorm Fest que ha sido un éxito por la calidad de sus intérpretes y por lo ágil de todo el proceso. Puede sonar a pataleta, pero nada más lejos de la realidad, ya que es difícil asimilar algo cuando se ve claramente que no tiene un razonamiento proporcional a lo que debería ser, que los propios españoles decidan quién es su representante.
Para la galería y el recuerdo quedará que Tanxugueiras y Rigoberta Bandini despertaron del letargo a mucha gente (no solo a nivel musical), que el formato festival está de vuelta y que artistas como Rayden, Varry Brava, Blanca Paloma, Gonzalo Hermida o Xeinn tienen su lugar en el ya completo panorama musical.
Eso sí, ahora como dice Rayden: "A llorar a la calle de la llorería".
