Los vecinos de O Bolo se vistieron del siglo XV durante su Feira Irmandiña para disfrutar de la jornada.
“Quixemos incentivar a actividade no Concello, ligando a historia do Castelo aos produtos locais”, explicaba el alcalde de O Bolo, Alberto Vázquez.
Esta primera edición reunió a 11 expositores, no sólo locales sino de la comarca, con vino, licores, pan, embutidos, mieles, mermeladas y artesanías. En el Castillo también había un puesto de comida.
El programa tenía actividades todo el día y el alcalde valoraba positivamente la acogida de la fiesta. “Houbo moita participación dos veciños, moitos ata se vestiron de época”, explicaba Vázquez.
Un alfarero, talleres para niños, Mario Nogueira con su espectacular ganado y la música de la escola de gaitas municipal fueron algunas de las actividades que disfrutaron los asistentes a esta primera feria.
Esta fiesta se remonta al siglo XV, cuando las tropas irmandiñas conseguían derrocarlo, protagonizando una verdadera revolución, y basados en este hecho histórico, la feria, que coincide con las fiestas patronales, busca dar a conocer sus tradiciones.
