REPORTAJE

Tres aldeas “feito a man"

Abelardo Prado, en una de sus creaciones de piedra, en el pueblo de Solveira (Viana) (XESÚS FARIÑAS)
Foto: Xesús Fariñas
photo_camera Abelardo Prada, en una de sus creaciones de piedra, en el pueblo de Solveira (Viana) (XESÚS FARIÑAS) Foto: Xesús Fariñas

Abelardo Prada, jubilado, utiliza piedra de la comarca para elaborar jardineras, pérgolas y decorar fachadas en tres aldeas de la localidad de Viana

La imagen de Solveira (Viana do Bolo) está mejorando gracias a la inquietud de uno de sus vecinos, Abelardo Prada Amor, de 70 años. Este vianés decidió dedicar su jubilación e embellecer la aldea, y lo está consiguiendo. Al menos así lo entiende el Concello, que decidió apoyarle y cederle materiales. Todo comenzó hace cuatro años, con la primera jardinera de piedra. Hoy son varias las que adornan el pueblo y, especialmente, su plaza. En este punto construyó una pequeña "capilla", como él la llama. Ahora su mayor preocupación es construir una réplica del puente romano de Ourense sobre una charca.

Piedras, cemento y arena. Estos tres materiales son los que más utiliza en las obras, aunque no todas las levantó en solitario. En un principio, cuando su esposa –Amparo Yáñez García- y una vecina –Nieves Cibeira Yáñez- se quejaron del estado de abandono en que se encontraban las calles de la aldea, Abelardo Prada tuvo un “socio” en su empresa. Fue Albino Cibeira Yáñez, cuyo fallecimiento lamenta profundamente.

“Comezamos facendo una xardiñeira en pequeno e despois seguimos facendo cousas”, explica. También reconoce estar volcado en cuerpo y alma en el proyecto. “Adícolle todo o tempo que teño, ata que canso e volto medio encartado para casa”, dijo.



Toda una terapia

Para él, el trabajo de embellecer el pueblo supone una terapia para sobrellevar su jubilación. “Para min é una bomba de osíxeno. Tiña medo á xubilación, a non facer nada, pero coas obras esquezo de todo as enfermidades. Para os xubilados, facer un labor polas aldeas é moi bo. Isto é una marabilla”, añade.

También hay obras suyas en los pueblos de Pixeiros o A Bouza y su proyecto no le sale barato. Afirma que lleva gastados más de 6.000 euros en sus trabajos. "Os veciños din que estou un pouco tolo polos gastos que me supón", comentó y destacó la suma que empleó en el gasoil gastado en el transporte de las piedras.

Porque no le vale cualquiera. “Para as pedras son algo exquisito”, reconoció. Esta búsqueda del material adecuado lo llevó a desplazarse hasta Montefurado-Quiroga (Lugo), Manzaneda o Pías.

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