Con la entrada de la primavera regresa el problema de la Vespa velutina. Lo advierten en la Asociación Valdeorresa de Apicultores, un colectivo que agrupa a 99 asociados. Desde ella, animan a la población de la comarca a colocar trampas para su captura, y reducir así un problema que ya está llevando a estos profesionales a escapar de los daños de la avispa asiática llevándose las colmenas a parajes situados a mayor altitud. “Os que poden marchan coas colmeas a zonas máis altas”, afirmaron fuentes de la asociación.
Los apicultores recuerdan que la elaboración de las trampas es muy sencilla y basta hacer dos agujeros en una botella de plástico, arrojando en su interior dos partes de zumo de arándano por cada una de vino blanco, además de algunas gotas de vinagre. Esta fácil receta es suficiente para que las velutinas se introduzcan en las botellas y queden atrapadas en su interior. La asociación prevé una mayor incidencia de estas avispas, temiendo que muchos nidos no fuesen destruidos el año pasado, a pesar de la eliminación de un buen número de ellos en O Barco y Vilamartín.
Otra amenaza que advierte esta agrupación gira en torno al desembarco de otras dos especies de avispas, estas procedentes de Marruecos, en Andalucía. Son la Vespa bicolor (más pequeña que la velutina) y la Vespa orientalis, más grande que la avispa asiática..
