El Juzgado archivó las diligencias abiertas de oficio por la Fiscalía de Ourense contra Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias), basadas en un posible delito contra el medioambiente por arrojar varios vagones hacia el río Sil, a escasos 400 metros de Sobradelo (Carballeda de Valdeorras).
El suceso ocurrió el 28 de julio de 2020, cuando descarrilaron 11 vagones de un tren de mercancías que circulaba sin carga hacia la localidad berciana de Toral de los Vados. Para librar la vía, los operarios de Adif arrojaron dos de ellos por la parte inferior de la ladera, cayendo uno de ellos sobre la orilla del río Sil, quedando una parte de la pieza en el agua.
El descarrilamiento del convoy y las labores de retirada de los vagones obligaron a cortar el paso de trenes hasta el 5 de agosto y a transportar en autobús los pasajeros.
Adif justificó la retirada de los vagones hacia la ladera que arranca en la orilla izquierda del río Sil en “garantizar las máximas condiciones de seguridad para los trabajadores y medios auxiliares implicados, así como para preservar las condiciones del entorno natural”, considerando que la zona es de “difícil acceso”. Una vez resuelto el problema, la compañía procedió a la restauración vegetal del lugar.
La retirada de los vagones desencadenó una oleada de críticas de ecologistas, formaciones políticas y Gobierno gallego, un aluvión de protestas que llevó a la presidenta de Adif, Isabel Pardo de Vera, a desplazarse hasta la zona.
