Las instalaciones darán trabajo a personas discapacitadas como consecuencia de accidentes de tráfico

Una autoescuela creará pistas para el examen de conducir y evitar las pruebas en Ourense

Los valdeorreses que deseen obtener el carné de conducir camiones, autobuses, motos o ciclomotores dejarán de viajar a Ourense, Ponferrada o Monforte para realizar las pruebas de pista. Autoescuela Rodicio hizo suyo este problema y, si Tráfico se lo permite, construirá un recinto de exámenes en un terreno de 7.800 metros cuadrados, ubicado entre O Barco y Vilamartín. Pretende convertirlo en un centro de educación vial y dar trabajo a personas que sufren alguna discapacidad a causa de un accidente de tráfico.
Todos los años, los valdeorreses se ven obligados a viajar a Ourense, Monforte o Ponferrada para realizar unas 600 pruebas de pista para obtener el carné de conducir de camiones rígidos, trailers, autobuses, motos y turismos con remolque. Un mínimo de dos veces al mes, las tres autoescuelas de O Barco movilizan una auténtica flota de vehículos para acudir a ellas. La integran dos autobuses, dos camiones, otros tantos semirremolques y cuatro motos.

Esta “migración” será mayor a partir del 1 de septiembre, coincidiendo con la entrada en vigor la nueva normativa de la Dirección General de Tráfico, que obligará a realizar pruebas de pista a los usuarios de ciclomotores. Su examen apenas dura diez minutos, pero los examinados deberán perder toda la jornada.

La mayoría de los examinados opta por Ourense, por lo que deben recorrer dos veces los más de 130 kilómetros que separan la villa barquense del lugar donde se desarrollan los ejercicios. “Hay empresas que no dejan a la gente ir a los exámenes”, comentaba Ramón Cao. Es director de Autoescuela Rodicio, que promueve la construcción de pistas en un terreno de 7.809 metros cuadrados, ubicado a caballo de los municipios de O Barco y Vilamartín. El recinto de los exámenes tiene 164 metros de largo y 52 de ancho, dimensiones que exceden las exigidas para facilitar los movimientos de los examinados.

“Más que un recinto de exámenes es un centro de educación viaria”, explica el empresario. Añade que pretende ofrecerlo gratuitamente a los centros educativos para que desarrollen actividades relacionadas con la seguridad del tráfico. También quiere dotarlo de algunos servicios, como el de bar. Éstos serían asignados a personas que padezcan algún tipo de discapacidad por haber sufrido algún accidente de circulación.

La idea de construir una pista para examinar partió de Autoescuela Rodicio, pero también podrán utilizarla los demás centros formativos. “Las pistas las va a utilizar todo el mundo que quiera. Si las construyo creo que voy a ganar dinero y, si también se benefician los demás, pues mejor”, señaló Ramón Cao.

Es consciente de que su proyecto supone la solución a un problema que el Concello de O Barco se ve incapaz de resolver a causa de la falta de terreno de titularidad municipal.


Un proyecto que beneficia a 13 concellos

La búsqueda de un terreno para las pruebas de pista de los exámenes de conducir trajo de cabeza al equipo de gobierno barquense. El alcalde, Alfredo García, asume que “no tenemos terrenos” y añade: “El proyecto resuelve el problema. Por parte del Concello no va a haber objeción. Estamos encantados”.

Felipe Rodríguez, portavoz del sector del Transporte en la Asociación Empresarial de Valdeorras también respalda la iniciativa. “Canto máis preparen aos chóferes mellor. Teñen que ir a Ourense a examinarse”, dijo.

El proyecto ya posee casi todos de los permisos y está a la espera de la autorización de Tráfico. Lo apoyan los 13 concellos beneficiados: O Barco, Carballeda, La Baña (León), A Rúa, Vilamartín, Larouco, A Veiga, O Bolo, A Gudiña, Viana, Vilariño de Conso, Petín y Rubiá.

Pero para llegar hasta aquí, el proyecto recorrió un camino muy largo, que comenzó hace tres años, cuando la fundación para la seguridad vial “Fundauto” le dio luz verde. Ramón Cao jugó con ventaja, al estar apoyado por toda una comarca, y en particular de los alcaldes de O Barco y Vilamartín, así como de la parlamentaria María del Carmen Acuña.

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