La carencia de plazas subvencionadas por la Xunta en la residencia de ancianos de O Barco obliga a un buen número de vecinos de edad avanzada a buscarlas en los geriátricos de otros concellos. Al menos, así lo aseguró el alcalde socialista, Alfredo García Rodríguez. 'Los ancianos de O Barco están marchando. Estamos perdiendo a los usuarios', dijo.
El primer edil explicó que en esta misma situación está la residencia de ancianos de Rubiá, siendo también muy parecida a la que sufre la Asociación de Familiares de Discapacitados Psíquicos de Valdeorras (Asfaval). Este colectivo no puede abrir la residencia que finalizó hace tres años al estar los costes por encima de sus posibilidades y carecer de plazas concertadas con la Consellería de Traballo e Benestar.
En la residencia de ancianos de O Barco viven aproximadamente 40 internos, un número similar al de usuarios del geriátrico de Rubiá, según apuntó el alcalde. Alfredo García explicó que los conciertos con la Xunta reducen los precios al 75 % de las pensiones de los internos, muy por debajo de las tarifas que deben abonar debido a que los centros carecen de ayudas.
'Me preocupa más la falta de plazas concertadas que el retraso en el registro del terreno, que le correspondía a la Fundación Nuestra Señora de Fátima', se quejó el regidor. Se refirió a las críticas de la oposición popular, que lidera Moisés Blanco Paradelo, por los cinco años que tardó la Fundación en registrar los terrenos que le cedió el Concello.
En la residencia de ancianos de O Barco viven aproximadamente 40 internos, un número similar al de usuarios del geriátrico de Rubiá, según apuntó el alcalde. Alfredo García explicó que los conciertos con la Xunta reducen los precios al 75 % de las pensiones de los internos, muy por debajo de las tarifas que deben abonar debido a que los centros carecen de ayudas.
'Me preocupa más la falta de plazas concertadas que el retraso en el registro del terreno, que le correspondía a la Fundación Nuestra Señora de Fátima', se quejó el regidor. Se refirió a las críticas de la oposición popular, que lidera Moisés Blanco Paradelo, por los cinco años que tardó la Fundación en registrar los terrenos que le cedió el Concello.
