O Barco redacta un plan para que los pueblos sean más seguros

Castaños quemados, próximos a las casas de Éntoma.
Un aparejador de la Diputación provincial trabajará durante nueve meses en la elaboración de un plan de seguridad para los núcleos rurales de O Barco. Lo anunció ayer el alcalde, Alfredo García Rodríguez, quien afirmó que el primer objetivo será localizar a los propietarios de los terrenos próximos a los núcleos rurales, preferentemente los situados a menos de un centenar de metros. Pretende que los mantengan limpios y evitar que las llamas de los incendios forestales vuelvan a destruir propiedades en los pueblos y se repitan escenas como las vividas el pasado mes de agosto.
La localización de los propietarios de las fincas próximas a los pueblos también permitirá agilizar la tramitación de expedientes sancionadores si estas permanecen abandonadas, sin limpiar. Alfredo García también se refirió al capítulo sancionador. 'Pretendemos endurecerlas todo lo que permitan las leyes', dijo.

Para localizar a los dueños de las fincas, el aparejador de la Diputación recurrirá al catastro y los vecinos de más edad. Sus consultas permitirán situar las casas de los núcleos rurales que se encuentren en un estado ruinoso, también con el objetivo de advertir a sus propietarios de que deben proceder a su restauración o derribo. En caso contrario, el Concello de O Barco les abrirá expedientes sancionadores.

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