Los impulsores de la Ruta de Invierno dicen que los albergues bercianos temen perder visitas

El Bierzo oculta a peregrinos el camino por Valdeorras

La apuesta de la comarca berciana por el Camino Francés despierta críticas en Valdeorras. Gloria Neira Ojea, la vecina de Xagoaza que se ocupa del albergue de O Barco, criticó ayer la negativa del Albergue de Ponferrada (León) a dar información del Camiño de Inverno, que discurre por Valdeorras. 'No albergue de Ponferrada din que non coñecen o de O Barco nin o Camiño de Inverno', dijo.
La encargada de las instalaciones de Xagoaza añadió que los visitantes se quejaron de que la señal que informa de la ruta de peregrinación valdeorresa fue colocada a medio kilómetro del albergue ponferradino, por lo que sus responsables deberían conocerla perfectamente.

A su vez, el presidente de la Asociación de Amigos do Camiño de Inverno, Ramón García Rodríguez, afirmó desconocer las quejas. No obstante, aseguró que hace varios días discutió con el responsable de un albergue de Villafranca del Bierzo, que se negaba a reconocer la existencia de la ruta de peregrinación. 'A pesar de los datos que le ofrecí, dijo que era una invención. En El Bierzo tienen miedo de que les quiten peregrinos. Hay muchos intereses creados', dijo.

Los recelos que despierta el Camiño de Inverno en tierras bercianas, sumados a una deficiente señalización, tienden a reducir el número de peregrinos que eligen el trazado que discurre por Valdeorras. Gloria Neira dijo que la media mensual de visitas no supera las dos, un dato muy reducido para un albergue que en enero de 2009 inauguró el entonces conselleiro de Medio Ambiente del PSdeG-PSOE, Manuel Vázquez.

En el albergue de Xagoaza no sólo pernoctan peregrinos. Dotado con 20 camas, también lo utilizan ciertos colectivos, como los participantes en las pruebas de piragüismo de las 'Festas de Santa Rita' o los miembros de la Asociación de Familiares y Enfermos Mentales Morea. Pese a ello, el Concello que dirige Alfredo García Rodríguez es consciente de que las instalaciones están siendo infrautilizadas y busca cómo captar visitantes.

Una opción es impulsar un centro de interpretación de la naturaleza, finalidad con la que inicialmente fue construido el albergue. Pretende organizar actividades formativas, orientadas al respeto medioambiental. Con un presupuesto de 10.000 euros, el Concello pretende conseguir financiación en los programas europeos.

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