Solicitó esa calificación para las añadas del 2003 y 2006, aprovechando el nuevo reglamento

Una bodega valdeorresa será pionera en vinos de reserva

Barricas de roble, en las instalaciones de la bodega Pagos de Galir, en Éntoma (O Barco)
Una bodega de Éntoma, Pagos de Galir, abrirá el desembarco de la Denominación de Orixe Valdeorras en el mercado de los vinos de reserva. La reciente modificación del reglamento del Consello Regulador abrió las puertas a la producción de este tipo de caldos, tras los cuales anda la embotelladora barquense desde que fue creada, en el 2002.
El pleno del organismo vitinícola comarcal se negaba ayer a facilitar información de los temas a tratar en la sesión que el presidente, José Luis García Pando, convocó para el 4 de agosto. En todo caso, el orden del día incluye en su sexto punto la solicitud de calificación de vinos de reserva para las añadas del 2003 y del 2006 de los vinos de mencía que elabora Pagos de Galir.

María Aránzazu Barros Rivero, copropietaria de la embotelladora, justificó la selección de las dos añadas en que fueron las que más se ajustan a las características que establecen los técnicos. Para su determinación, los mostos son sometidos a diferentes catas y análisis. 'Mantuvimos esas dos añadas porque son las que están preparadas, siguiendo la política de calidad de la bodega', comentó.

Los planes de la bodega son embotellar casi mil botellas de cada una de las dos añadas, siempre que el pleno del Consello Regulador dé luz verde a su petición, que no debería encontrar ningún obstáculo para salir adelante.

Con los caldos de reserva, Pagos de Galir podría repetir la condición de bodega pionera en las denominaciones de origen de Galicia. La primera vez que la consiguió fue con el lanzamiento de los vinos de crianza. Fue en el año 2002 cuando comenzó esta aventura. Ese año inició la comercialización de 'Pagos de Galir. Selección Rosa Rivero. Crianza'. El éxito alcanzado lo respaldan las 18.000 botellas que producirá este año.

'La numeración de la tirilla que el Consello Regulador asigna a los vinos de crianza es toda nuestra', comenta María Aránzazu Barros. Se refiere a que ninguna otra bodega de la Denominación solicitó la calificación para embotellar este tipo de caldos. Es más, el reglamento del organismo valdeorrés fue el único de Galicia que aceptó la crianza antes de que la reciente modificación reglamentaria permitiese introducirla a otras denominaciones gallegas.

La diferencia fundamental entre los vinos de reserva y los de crianza es que estos últimos sólo deben pasar un año en el interior de barricas de roble y en las botellas, siendo dos anualidades las que corresponden a los reservas. Además, como insiste una y otra vez la representante de la bodega de Éntoma, unos y otros deben de estar calificados por alguna Denominación de Origen, algo que no se da en todas las ocasiones. 'Todos deben pasar los mismos tiempos y controles', apuntó.

En referencia al segmento del mercado de los caldos de crianza y reserva, éste difiere respecto al que ocupan otros vinos tintos más jóvenes o más afrutados. Los crianzas y reservas gozan de más aceptación entre consumidores más acostumbrados a vinos con 'más paso por barrica', como los que caracterizan a las denominaciones de origen Ribera del Duero o Rioja.


PLENO

La solicitud de calificación de vinos de reserva planteada por la bodega de Éntoma no es el único tema que analizará el próximo pleno del Consello Regulador que preside José Luis García Pando. En la reunión, continuará el proceso de implantación del nuevo reglamento. Los diferentes procedimientos de control de vendimia o de inspección de viñedos, entre otros, ocupan un lugar importante de un programa que también incluye la elección de una empresa de trabajo temporal para contratar a los veedores de la próxima vendimia. Además, los vocales debatirán la calificación de la cosecha del 2009 y un proyecto de seguro de responsabilidad civil, entre otras cuestiones.

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