Los productores y los técnicos de la Consellería de Medio Rural para promover la denominación de Indicación Geográfica Protegida del Botelo y de la Androlla de Ourense y Lugo. Su consecución dependerá en buena medida de que la docena de fábricas consigan una producción suficiente para abastecer la posible demanda.
El domingo, los vianeses celebran la Festa da Androlla. Una fiesta gastronómica creada en torno a su producto tradicional. Hace dos semanas eran los barquenses los que festejaban el botelo, embutido típico de esta zona. Todos pretenden conseguir la Indicación Geográfica Protegida, una denominación de la Unión Europea que garantiza la calidad de estos productos elaborados con huesos y carne de cerdo. Además, les proporcionaría una publicidad que se echa muy en falta actualmente.
También la Consellería de Medio Rural trabaja para conseguir esa denominación. Pero se encontró con un serio escollo: el bajo número de productores podría ser un hándicap para obtenerla. Apenas son una docena los productores de los diferentes tipos de botelos y androllas que se elaboran en las provincias del Norte de Ourense y del Sur de Lugo. Non se pode protexer un producto e que despois non haxa demanda, comenta la Consellería de Medio Rural.
Este organismo convocó a los elaboradores de botelos y androllas a una reunión para abordar el problema. En esta cita también se analizarán las modificaciones introducidas por la Unión Europea en la normativa que regula las indicaciones geográficas protegidas.
Estos cambios deberán ser introducidos en las bases de la futura Indicación Geográfica Protegida del Botelo y de la Androlla, las cuales ya habían comenzado a redactar en la consellería. También se elaborará un calendario con los nuevos plazos que requerirán los trámites ante el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Otra cuestión a debatir es el origen de la carne utilizada para elaborar los embutidos, si tiene cabida la procedente de todo el territorio gallego o bien si sólo podría utilizarse la de animales criados en las zonas amparadas. Sobre este particular, la Unión Europea apuesta por los productos de zonas muy concretas.
División de opiniones al estimar la producción
Los fabricantes de botelos y androllas respaldan unánimemente las gestiones encaminadas a conseguir la denominación de Indicación Geográfica Protegida. Todos son conscientes de que su consecución permitirá promocionar estos productos fuera de territorio gallego.
Donde no coinciden es al valorar si están en condiciones de conseguir la producción suficiente para abastecer una demanda que, sin duda, aumentará con la nueva denominación.
Aurelio Álvarez, responsable de Cárnicas Bolesas Álvarez SL entiende que no debería que haber problemas para atender todas las peticiones de los clientes. Penso que habería máis oferta, comentó. En este sentido, añadió que el reducido número de fabricantes es consecuencia de la falta de publicidad. Se non hai demanda, non hai oferta, sentenció.
Otro empresario de O Bolo, José Vega, propietario de la Fábrica de Embutidos Artesanos, considera que habría dificultades para atender una cartera de pedidos mayor. Afirma que se vio obligado a retirar un puesto de venta abierto en la Plaza de Abastos de O Barco por no poder atender todas las peticiones. Non dou feito o producto, dijo, y añadió que vende para toda España.
También la Consellería de Medio Rural trabaja para conseguir esa denominación. Pero se encontró con un serio escollo: el bajo número de productores podría ser un hándicap para obtenerla. Apenas son una docena los productores de los diferentes tipos de botelos y androllas que se elaboran en las provincias del Norte de Ourense y del Sur de Lugo. Non se pode protexer un producto e que despois non haxa demanda, comenta la Consellería de Medio Rural.
Este organismo convocó a los elaboradores de botelos y androllas a una reunión para abordar el problema. En esta cita también se analizarán las modificaciones introducidas por la Unión Europea en la normativa que regula las indicaciones geográficas protegidas.
Estos cambios deberán ser introducidos en las bases de la futura Indicación Geográfica Protegida del Botelo y de la Androlla, las cuales ya habían comenzado a redactar en la consellería. También se elaborará un calendario con los nuevos plazos que requerirán los trámites ante el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Otra cuestión a debatir es el origen de la carne utilizada para elaborar los embutidos, si tiene cabida la procedente de todo el territorio gallego o bien si sólo podría utilizarse la de animales criados en las zonas amparadas. Sobre este particular, la Unión Europea apuesta por los productos de zonas muy concretas.
División de opiniones al estimar la producción
Los fabricantes de botelos y androllas respaldan unánimemente las gestiones encaminadas a conseguir la denominación de Indicación Geográfica Protegida. Todos son conscientes de que su consecución permitirá promocionar estos productos fuera de territorio gallego.
Donde no coinciden es al valorar si están en condiciones de conseguir la producción suficiente para abastecer una demanda que, sin duda, aumentará con la nueva denominación.
Aurelio Álvarez, responsable de Cárnicas Bolesas Álvarez SL entiende que no debería que haber problemas para atender todas las peticiones de los clientes. Penso que habería máis oferta, comentó. En este sentido, añadió que el reducido número de fabricantes es consecuencia de la falta de publicidad. Se non hai demanda, non hai oferta, sentenció.
Otro empresario de O Bolo, José Vega, propietario de la Fábrica de Embutidos Artesanos, considera que habría dificultades para atender una cartera de pedidos mayor. Afirma que se vio obligado a retirar un puesto de venta abierto en la Plaza de Abastos de O Barco por no poder atender todas las peticiones. Non dou feito o producto, dijo, y añadió que vende para toda España.
