El brote registrado en O Barco, que afecta a alumnos del CEIP Condesa de Fenosa, suma nuevos positivos. El cribado del covid-auto del Hospital de Valdeorras detectó tres nuevos casos. El concello registró ayer 47 contagios y 26 se corresponden con menores de 15 años. El Segas continúa recogiendo muestras de unas 400 personas entre alumnos y trabajadores del centro, para detectar positivos y extender las PCR a sus convivientes.
Este brote ha elevado la incidencia de los menores de 12 años en la provincia, un colectivo que todavía no se vacunó. Esta es la razón de que en Galicia tengan la tasa más alta con respecto al resto de grupos de edad. “Es normal que, con las coberturas vacunarles que tenemos, la mayoría de los casos se produzcan en la población no vacunada”, apunta Federico Martinón, jefe de Pediatría del Hospital de Santiago y coordinador del centro de la OMS en seguridad vacunal.
Los menores de 12 son los únicos para los que no hay vacuna en estos momentos, por lo que su infección es más sencilla. Los riesgos, menores. “Afortunadamente, en niños sanos la infección es más leve. Solo en algunos más mayores se puede dar una inflamación poscovid grave, que es poco frecuente”, explica Martinón.
El transporte escolar parece ser el origen del brote infantil de O Barco, pero Martinón descarta que la vuelta al cole sea la causa del incremento de esta incidencia en toda la comunidad. “Esto no tiene nada que ver con los colegios. Es una consecuencia del relajamiento de las medidas durante el verano y los adultos son los que contagian a los niños”, destaca.
La vacunación de los menores entre 5 y 12 años está a la espera de la autorización de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), pero no supondría el control total de la pandemia. “El beneficio es poco para ellos. No podemos olvidarnos de que la pandemia es global y para estabilizarla se debe vacunar a las personas de riesgo en todos los países”, indica Martinón. El especialista reconoce que hay territorios con menos de un 5% de población inoculada, lo que dificulta la tarea de mantener a raya el virus.
Otras infecciones
El covid centraliza desde hace año y medio todo el protagonismo a nivel sanitario. Pese a ello, existen otras patologías o infecciones que no han desaparecido. Los pediatras están preocupados por ello. “Debemos tener en cuanta otras enfermedades y proteger a los niños como es debido. Hay vacunas que son muy importantes y que todavía no son gratuitas”, lamenta Martinón.
La vacunación contra el covid deja de manifiesto la importancia de este método de prevención, eficaz, contra los virus. Nunca antes se hizo tanto hincapié en la necesidad de inocularse y el momento se debe aprovechar. “Ahora que somos conscientes del importante papel de las vacunas, es el momento de reivindicarlo para que se pongan a disposición de los niños algunas como las del rotavirus, el meningococo B o la del papiloma humano en hombres”, recalca el pediatra. Todas estas vacunas no están incluidas en el calendario vacunal infantil y reclaman su inclusión por parte de la Sanidad Pública. “Otras infecciones sí ingresan o matan a nuestros niños. Tenemos que contar con un plan asistencial y con los recursos necesarios para protegerlos”.
Inocularlos frente al covid ayudará a que dispongan de una vida social “más plena”, con un certificado covid y sin cuarentenas en caso de un posible contacto con un positivo. “El beneficio es menor, especialmente con respecto a otras vacunas que sí son necesarias”, añade Martinón. En breve, la EMA se pronunciará para valorar la autorización de Pfizer para este colectivo, después de que sus ensayos arrojasen resultados “positivos”. “Es estupendo que los incluyan, pero la prioridad son las personas de riesgo, sean niños o adultos”, concluye el pediatra.
