Los profesionales sobreviven ampliando su oferta con materiales como el cobre e incluso la teja

La crisis de la construcción redujo casi en un 25% la actividad de los colocadores de pizarra

Asistentes a la jornada de homenaje a los colocadores de pizarra.
La crisis está castigando duramente a los colocadores de pizarra. El presidente de la Asociación Nacional de Colocadores de Pizarra, Miguel Ángel Fernández, estima en un 25% el descenso registrado por esta actividad. Ante esta situación, el subsector hubo de ampliar su campo de trabajo a otros materiales, como zinc, cobre e incluso la denostada teja, principal rival de la pizarra en las cubiertas. Buscando sobrevivir, estos empresarios ya no sólo cubren tejados, ahora también colocan aislamientos y estructuras de madera.
La práctica totalidad de los 327 habitantes de Éntoma (O Barco) tienen relación, de una u otra manera, con la colocación de pizarra. Tal es así, que este sábado, 21 de junio, festejaba el Día do Colocador, dentro del programa del San Xoán. Ésta fue la excusa del encuentro que mantuvo buen número de estos profesionales, en la que no faltaron el pulpo ni la música de los gaiteiros.

Pero la situación que atraviesa este subsector no es para tirar bombas. Todo lo contrario, la crisis lo está castigando muy duramente. “Pienso que la actividad bajó en torno a un 25%”, comentó el presidente de la Asociación Nacional de Colocadores de Pizarra, Miguel Ángel Fernández. Motivos personales le impidieron acudir a la cita de ayer, lo cual no fue óbice para que confirmara la reducción del número de empleos. “Muchos autónomos tenían cuatro o cinco colocadores y ahora tienen tres”, añadió.

Sus palabras fueron confirmadas por el secretario de este colectivo, que aglutina a medio centenar de socios. Álvaro Blanco confirmaba este descenso del empleo. Para sobrevivir, éste colocador de pizarra afirma que se vio abocado a “levar a empresa a outras cubricións: cobre, cinz, chapa, o que salga”, dijo.

“Cuando el trabajo escasea, procuras sacar más partido a la actividad, colocando aislamiento en cubiertas, poniendo madera o colocando estructuras de este material”, añade Miguel Ángel Fernández. Coincide con Álvaro Blanco en que la pizarra dejó de ser el único material utilizado por estos profesionales. “Amplías para suplir la falta y pones zinc, cobre e incluso teja”, comenta, aludiendo al principal competidor de la pizarra en la construcción de cubiertas.

Recuerda que hace años, la buena imagen de la pizarra permitía superar las crisis sin excesivas dificultades. Ahora, la situación es muy distinta, “pues nos afecta a todos”.

A su vez, Álvaro Blanco, añade que el mal momento de la Economía nacional tiene un agravante para los colocadores de pizarra en la prohibición que pesa sobre ella en unos 40 concellos gallegos.



Un terreno para el monumento


Los profesionales de la colocación de pizarra no desisten en su empeño de construir un monumento al colocador, que pretenden levantar en el pueblo de Éntoma. La iniciativa no fue mal vista por el Concello, cuyo equipo de gobierno busca un terreno donde ubicarlo.

Las gestiones iniciadas hace más de dos años fueron retomadas recientemente con los propietarios del terreno inmediato al recinto festivo. “O Concello iniciou a negociación cos propietarios dun terreo, que consta como dotacional no Plan Xeral, de 430 metros cadrados, que conta cunha arboreda que se conservaría”, explicó el alcalde, Alfredo García. “Se o Concello conquire o terreno, nós poñeremos o resto”, respondió Álvaro Blanco.

Estreno del horno construido por Raíces


Los asistentes a las actividades que se desarrollaron durante la mañana de ayer fueron los primeros en disfrutar del horno construido por los alumnos de la Escola Obradoiro Raíces, promovida por el Concello de O Barco.

Ubicado en la parte posterior al centro social de Éntoma, fue dotado con mesas y bancos de madera y una cubierta. Su orientación, hacia una zona de huertas del pueblo, lo convierten en un mirador.

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