La Consellería de Medio Rural descarta la presencia de la bacteria erwinia amylovora, que transmite la enfermedad conocida como fuego bacteriano, que seca los frutales. Este departamento estableció una serie de controles permanentes en las plantaciones, destinados a detectar su posible aparición. Sí fue localizada en la comarca del Bierzo, donde causó daños importantes. Los técnicos de la Xunta se desplazaron hasta la zona berciana para observar sus efectos. Las organizaciones agrarias aplauden las medidas.
La proximidad de la comarca leonesa del Bierzo a Valdeorras llevó a la Consellería de Medio Rural a establecer controles permanentes para evitar la propagación de la bacteria erwinia amyolovora al territorio de la comunidad autónoma. El programa pretende evitar la aparición del fuego bacteriano, que causó importantes daños en la comarca berciana, en los frutales valdeorreses.
Según la información facilitada por la Consellería de Medio Rural, la erwinia amylovora, afecta a ciertas especies rosáceas (árboles con fruta de pepita, principalmente manzano, peral, membrillo y níspero) y silvestres (silvas y piracantas, que se plantan en las medianeras de las autovías). Sus efectos son demoledores, pues secan completamente a la planta infectada, obligando a destruir íntegramente las plantaciones afectadas. Entran por las flores y se extienden por la savia. Seca el árbol y adquiere un aspecto de quemado, explicó el jefe de servicio de Agricultura de la Junta de Castilla-León, Fidentino Reyero.
De momento non se ten detectado ningún caso en toda Galicia, afirmó la Consellería de Medio Rural. También indicó que el fuego bacteriano castigó principalmente a Francia, País Vasco, Navarra, La Rioja y Catalunya. En Castela-León non afecta polo momento a plantacións de grande extensión, senón a árbores illadas, añade la Xunta.
Pedro Rodríguez, representante de la organización agraria Xóvenes Agricultores, mostró su total apoio aos traballos da Consellería. Penso que están bastante ben e o risco é mínimo, según dijo. Explicó que los controles de la Consellería de Medio Rural son realizados con trampas de feromonas, que atraen y atrapan a los machos, e impiden su expansión.
La principal forma de contagio o contaminación de la enfermedad es por los movimientos de material vegetal, por lo cual la Consellería de Medio Rural estableció controles en los viveros, para evitar que se aparece algún exemplar infectado acabe afectándolle a unha plantación, según este departamento.
Además de realizarse en los viveros de frutales, los controles preventivos también se realizan en plantaciones reguladas, diseminadas e incluso en los lugares donde crecen las especies silvestres. En Castilla-León fueron retiradas todas las piracantas de las medianeras de las autovías.
Una enfermedad que empieza a ser controlada en León
La importancia de los frutales en la vecina comarca del Bierzo, con enormes plantaciones, es mucho mayor que en Valdeorras, donde los árboles aparecen diseminados, no existiendo grandes productores. A esta circunstancia hay que añadir los efectos de las medidas preventivas que aplicó la Junta de Castilla-León, que parecen alejar el peligro de contagio a la comarca valdeorresa.
En este sentido, el jefe de servicio de Agricultura, Fidentino Reyero, resaltó la reducción de la incidencia en los casos registrados este año, en referencia a los positivos del 2007. Según apuntó, durante la temporada anterior fueron arrancadas 15 hectáreas de frutales, con muchos árboles más que los 484 eliminados en este año.
La Junta de Castilla-León movilizó a 10 equipos formados por un técnico y un capataz, que tomaron 176 muestras en la comarca del Bierzo. Entre ellas se registraron 13 positivos, nueve de los cuales corresponden a árboles frutales y a plantas ornamentales las restantes.
Los trabajos preventivos promovidos por Castilla-León incluyen la desinfección de las herramientas utilizadas en las plantaciones. Además, sus técnicos aplican tratamientos de prevención a base de cobre.
Según la información facilitada por la Consellería de Medio Rural, la erwinia amylovora, afecta a ciertas especies rosáceas (árboles con fruta de pepita, principalmente manzano, peral, membrillo y níspero) y silvestres (silvas y piracantas, que se plantan en las medianeras de las autovías). Sus efectos son demoledores, pues secan completamente a la planta infectada, obligando a destruir íntegramente las plantaciones afectadas. Entran por las flores y se extienden por la savia. Seca el árbol y adquiere un aspecto de quemado, explicó el jefe de servicio de Agricultura de la Junta de Castilla-León, Fidentino Reyero.
De momento non se ten detectado ningún caso en toda Galicia, afirmó la Consellería de Medio Rural. También indicó que el fuego bacteriano castigó principalmente a Francia, País Vasco, Navarra, La Rioja y Catalunya. En Castela-León non afecta polo momento a plantacións de grande extensión, senón a árbores illadas, añade la Xunta.
Pedro Rodríguez, representante de la organización agraria Xóvenes Agricultores, mostró su total apoio aos traballos da Consellería. Penso que están bastante ben e o risco é mínimo, según dijo. Explicó que los controles de la Consellería de Medio Rural son realizados con trampas de feromonas, que atraen y atrapan a los machos, e impiden su expansión.
La principal forma de contagio o contaminación de la enfermedad es por los movimientos de material vegetal, por lo cual la Consellería de Medio Rural estableció controles en los viveros, para evitar que se aparece algún exemplar infectado acabe afectándolle a unha plantación, según este departamento.
Además de realizarse en los viveros de frutales, los controles preventivos también se realizan en plantaciones reguladas, diseminadas e incluso en los lugares donde crecen las especies silvestres. En Castilla-León fueron retiradas todas las piracantas de las medianeras de las autovías.
Una enfermedad que empieza a ser controlada en León
La importancia de los frutales en la vecina comarca del Bierzo, con enormes plantaciones, es mucho mayor que en Valdeorras, donde los árboles aparecen diseminados, no existiendo grandes productores. A esta circunstancia hay que añadir los efectos de las medidas preventivas que aplicó la Junta de Castilla-León, que parecen alejar el peligro de contagio a la comarca valdeorresa.
En este sentido, el jefe de servicio de Agricultura, Fidentino Reyero, resaltó la reducción de la incidencia en los casos registrados este año, en referencia a los positivos del 2007. Según apuntó, durante la temporada anterior fueron arrancadas 15 hectáreas de frutales, con muchos árboles más que los 484 eliminados en este año.
La Junta de Castilla-León movilizó a 10 equipos formados por un técnico y un capataz, que tomaron 176 muestras en la comarca del Bierzo. Entre ellas se registraron 13 positivos, nueve de los cuales corresponden a árboles frutales y a plantas ornamentales las restantes.
Los trabajos preventivos promovidos por Castilla-León incluyen la desinfección de las herramientas utilizadas en las plantaciones. Además, sus técnicos aplican tratamientos de prevención a base de cobre.
