La exportación de la pizarra desde Ourense, en su cota más alta en 14 años

Trabajadores de una nave de producción de pizarra.
photo_camera Trabajadores de una nave de producción de pizarra.
Los 167 millones facturados en el primer semestre solo fueron superados por los 179 de 2007

Las restricciones de la pandemia, los problemas del transporte o el “brexit” no fueron capaces de frenar la recuperación del sector de la pizarra. Las canteras exportaron 266.702 toneladas de pizarra en el primer semestre, un 24,8 % más de piedra que en el mismo periodo del ejercicio anterior. Hay que considerar que durante 2020, el sector prácticamente estuvo paralizado durante mes y medio. Pese a ello, la diferencia es lo suficientemente considerable para invitar a un cierto optimismo.  “Este año va a acabar bien y los años próximos, posiblemente también. La capacidad de producción no es para crecer mucho y lo que se fabrica se vende”, apuntaron ayer fuentes empresariales.

En este optimismo también influye el incremento del precio medio de la tonelada de pizarra. Pasó de 564 a 627 euros, lo que supone un encarecimiento del producto de aproximadamente el 11,2 %. Este aumento tiene su reflejo en la facturación, que creció un 38,7 %, facturando el sector 167.124.704 euros, siendo la mayor cantidad de los últimos 14 años. Las productoras gallegas son las que más exportan del Estado, acaparando el mayor volumen junto con Castilla y León, que se reparten las cifras ventas en aproximadamente un 60 % y un 40 %, según las estimaciones del sector.

Las cifras son buenas, sobre todo al observarlas con cierta retrospectiva y comprobar que la cifra de facturación está por encima de las de los últimos años, solo superada en 2007, cuando la crisis económica global aún no había comenzado. Aquel ejercicio, las canteras facturaron 179.870.960 euros, comenzando a caer seguidamente hasta remontar en el último semestre con los citados 167.124.704 euros. El volumen de piedra exportada también fue mayor en 2008. Las canteras vendieron 307.990 toneladas, por encima de las 266.702 de 2021. Pese a ello, el menor precio medio de aquel año, 505 euros la tonelada por los 627 actuales, hizo que la facturación fuese inferior: 155.092.220 euros.

 

Los últimos meses tiraron del precio medio de la tonelada, que aumentó más del once por ciento respecto a 2020

Los importadores franceses siguen encabezando la tabla. Compraron 116.269 toneladas, un 25 % más que en 2020. Aquí, el precio medio subió, pero mucho menos que el cómputo general: un 6 %. Los números del Reino Unido, el segundo cliente, son mejores. Importó un 50 % más de pizarra, alcanzando las 79.404 toneladas, y aumentó la facturación un 79 % hasta alcanzar 49,187.051 euros.

 

Problemas del transporte o falta de personal cualificado, complicaciones

El sector de la pizarra sigue acusando serios problemas para transportar su producto. La escasez de contenedores para los portes marítimos impide sacar el potencial de Estados Unidos, cuyo mercado despertó importantes expectativas entre los pizarristas. El encarecimiento de estos viajes y el retraso en las entregas propiciaron un descenso del 7 % en el volumen de la roca importada desde el país.

Más recientemente, surgieron problemas en el transporte por carretera dentro del Reino Unido. “Faltan camiones y chóferes”, apuntaron fuentes empresariales. Añadieron que portes que antes tardaban un par de días en llegar a su destinatario ahora se retrasan hasta prácticamente dos semanas. Estas demoras son atribuidas a posibles desajustes en la aplicación del “brexit”. Pese a ello, sus importaciones se dispararon hasta conseguir una facturación que supera en un 79 % a la del primer semestre del año pasado.

El sector, que en Galicia genera 2.400 empleos directos, sigue echando en falta profesionales cualificados.

Te puede interesar