La Festa do Botelo reunió 2.500 comensales entre restaurantes y Calabagueiros

Festa do Botelo.
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Desde Bembibre, invitado de honor, en la Festa do Botelo de O Barco de Valdeorras se propuso un hermanamiento entre las dos poblaciones unidas por un embutido similar

El pabellón de Calabagueiros, en O Barco, colgó este sábado el cartel de completo con motivo de la vigésimo segunda edición del festín culinario alrededor del Botelo. Familias y grupos de amigos disfrutaron de la celebración popular, de gran arraigo en la localidad y que estuvo caracterizada por la música y el buen ambiente durante toda la jornada.

Al compás de la Marcha Radetzky, de Johann Strauss, entraron los camareros en Calabagueiros, portando las bandejas con el botelo, pero también de chorizos, patatas y repollo que degustaron los 1.300 comensales, segun la organización, y a los que hay que sumar las 1.200 personas que reservaron en los restaurantes dentro de las “Xornadas gastronómicas”.

Los actos en O Barco comenzaron a mediodía en el Teatro Lauro Olmo. La actriz Fátima Delgado fue la encargada de dirigir una emotiva y divertida gala en la que se homenajeó a Concepción Moral Calvo, cocinera del Mesón JR 2000, en cuyo nombre asistió su hija. “Gracias a todos por el detallazo a nuestra familia”, dijo Marta Arias Moral, máxime en un día “tan señalado para los barquenses” y que, no sólo sirvió para homenajear a Concepción, también a su padre, José Arias Arias, ya fallecido, y a quien el pregonero de esta edición, y amigo de la familia, Xosé Lois González Vázquez “Carrabouxo”, le dedicó hace unos años una viñeta en La Región que aún guardan con cariño.

Pregón y risas

Antes de lanzarse con el pregón, Xosé Lois quiso compartir con los presentes algunas historias y anécdotas de O Barco, al tiempo que provocó la risa de los presentes con su peculiar repaso a la actualidad. “É bo telo” fue la frase central de su pregón y con quien destacó las riquezas de O Barco: desde el botelo  hasta el río Sil, pasando por sus paisajes, su patrimonio y su vino. 

El Orfeón Valdeorrés puso la nota musical al acto, donde el invitado de honor fue el municipio berciano de Bembibre, cuyo teniente de alcalde, Sigifredo Benavides, propuso un hermanamiento entre las dos poblaciones, unidas por un embutido similar. “Espero que el año que viene, con este hermanamiento, estéis todos allí”, dijo invitando a los presentes al Festival de Exaltación del Botillo. 

Tras la degustación, la fiesta siguió en los bares con los ya tradicionales cantos de taberna hasta pasadas las 22,30 horas. Hoy domingo, Amancio Prada será el encargado de poner el broche de oro a esta edición, con un concierto fijado para las ocho de la tarde en el Teatro Lauro Olmo.

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