Las calles del casco antiguo de O Barco ofrecían ayer una imagen muy distinta de la habitual, con 150 globos de colores repartidos por las fachadas del barrio. Cada uno de ellos fue unido a un cartel con una de las 10 peticiones que la asociación vecinal Porto da Barca dirigió a vecinos y administraciones.
Su presidenta, María Pilar Pérez Bustillo, apuntó que la idea fue copiada de una campaña reivindicativa realizada en Inglaterra. 'Pretendimos reflejar los mayores problemas del barrio. Los carteles incluyen reivindicaciones sociales. No están dirigidas exclusivamente al Concello pues también hay gente que no respeta las normas', dijo.
Los vecinos reclaman soluciones para los 10 problemas que consideran prioritarios: la falta de plazas de aparcamiento, los excrementos de perros y de palomas, el deterioro del mobiliario urbano, la deficiente limpieza de las calles y del río, los baches, el descuido de las fachadas de casas abandonadas, la vigilancia insuficiente y el exceso de velocidad de los coches.
En la colocación de los globos participó una decena de vecinos, que emplearon dos horas en la pegada de los carteles. Esta campaña es una reacción ante el progresivo retroceso económico que sufre el único barrio de la villa que posee un plan especial de protección y régimen interior, redactado buscando su recuperación y cuyo desarrollo avanza más despacio de lo esperado. 'El casco viejo no tiene vida', dijo Pilar Pérez.
El alcalde, Alfredo García Rodríguez, no ve mal la campaña. 'Me parece bien que la gente reivindique', comentó. Coincidió en lamentar la lentitud del desarrollo del plan especial del barrio y aseguró que el Concello busca una fórmula para agilizarlo. Además, resaltó la rebaja que sufrieron las subvenciones de otras administraciones para rehabilitar las casas, una labor que estima prioritaria.
Los vecinos reclaman soluciones para los 10 problemas que consideran prioritarios: la falta de plazas de aparcamiento, los excrementos de perros y de palomas, el deterioro del mobiliario urbano, la deficiente limpieza de las calles y del río, los baches, el descuido de las fachadas de casas abandonadas, la vigilancia insuficiente y el exceso de velocidad de los coches.
En la colocación de los globos participó una decena de vecinos, que emplearon dos horas en la pegada de los carteles. Esta campaña es una reacción ante el progresivo retroceso económico que sufre el único barrio de la villa que posee un plan especial de protección y régimen interior, redactado buscando su recuperación y cuyo desarrollo avanza más despacio de lo esperado. 'El casco viejo no tiene vida', dijo Pilar Pérez.
El alcalde, Alfredo García Rodríguez, no ve mal la campaña. 'Me parece bien que la gente reivindique', comentó. Coincidió en lamentar la lentitud del desarrollo del plan especial del barrio y aseguró que el Concello busca una fórmula para agilizarlo. Además, resaltó la rebaja que sufrieron las subvenciones de otras administraciones para rehabilitar las casas, una labor que estima prioritaria.
