J.G.R., vecino de Valdeorras, durmió esta madrugada en una celda, hasta donde lo envió el juez de O Barco después de que en la madrugada golpease a un joven con un vaso. Éste, al impactar en la mejilla, se rompió provocando un corte que recorrió parte de la cara y el cuello del agredido. Los hechos sucedieron en A Rúa, en las inmediaciones de un pub, entre las 5,30 y 6,30 horas. Al detenido se le imputa un delito de lesiones con la agravante de emplear un instrumento peligroso.
El juez de O Barco envió a prisión a M.L.V., vecino de Valdeorras, después que en la madrugada de ayer, en las inmediaciones de un pub de A Rúa atacase a J.G.R. con un vaso en la cara. El golpe produjo la rup tura del cristal, que sajó parte de la cara y el cuello del agredido. El juez le imputó un delito de lesiones con la agravante de usar un instrumento peligroso.
Los hechos ocurrieron entre las 5,30 y las 6,30 horas. En ese momento se inició una pelea en la que participaron varias perso nas. El joven agredido, J.G.R., intervino para poner fin a la misma, pues según fuentes policiales, un amigo suyo se había visto envuelto en la trifulca.
Cuando parecía que el temporal amainaba, y las partes implicadas se retiraban, el detenido irrumpió en el camino de la víctima. Portaba un vaso en la mano que utilizó para atizar y abatir al joven. Éste fue conducido al hospital, y poco después las fuerzas del orden detuvieron a su agresor, que permaneció en los calabozos de A Rúa hasta que pasó a disposición judicial en O Barco, por la tarde.
Los hechos ocurrieron entre las 5,30 y las 6,30 horas. En ese momento se inició una pelea en la que participaron varias perso nas. El joven agredido, J.G.R., intervino para poner fin a la misma, pues según fuentes policiales, un amigo suyo se había visto envuelto en la trifulca.
Cuando parecía que el temporal amainaba, y las partes implicadas se retiraban, el detenido irrumpió en el camino de la víctima. Portaba un vaso en la mano que utilizó para atizar y abatir al joven. Éste fue conducido al hospital, y poco después las fuerzas del orden detuvieron a su agresor, que permaneció en los calabozos de A Rúa hasta que pasó a disposición judicial en O Barco, por la tarde.
