Un año después de que la Diputación anunciase una partida de 60.000 euros para consolidar el santuario de As Ermidas, la Fundación comienza a sentirse incapaz de frenar su deterioro. La lentitud con la que avanzan los trámites, que en estos momentos están pendientes de la licencia municipal, impide la obtención de la ayuda. Los trabajos consisten en la realización de varias perforaciones en el terreno para favorecer la eliminación de las aguas que provocaron que el templo se hundiese 1,5 milímetros.
El presidente de la Diputación, José Luis Baltar, comprometió una ayuda de 60.000 euros para frenar el hundimiento del santuario de As Ermidas (O Bolo) hace un año. Ahora, la Fundación Nuestra Señora de As Ermidas comienza a desesperarse ante la lentitud con la que avanzan los trámites previos al comienzo de los trabajos.
Lo apuntó su vicepresidente, Luis Maroto, quien explica que la Diputación solicitó la licencia municipal como último requisito para hacer efectiva la ayuda. Sin embargo, las exigencias del Concello para conceder el permiso consiguieron que los directivos de la Fundación comiencen a considerarse incapaces de sacar adelante el proyecto.
Este directivo indicó además que los servicios técnicos municipales, que recuerdan que el edificio está catalogado por Patrimonio, solicitan un estudio de impacto ambiental, entre otros trámites. Se trata de hacer unos agujeros en el suelo para sacar el agua, explicó Luis Maroto, quien añadió que el presidente de la Diputación comprometió la ayuda el 16 de diciembre de 2008 y que el pasado 25 de septiembre creaba la partida de 60.000 euros. Meses antes, a finales de febrero, la Dirección xeral de Patrimonio dio el visto bueno a los trabajos. Después fueron llegando las autorizaciones otorgadas por el Obispado de Astorga y del Colegio de Ingenieros de Caminos.
Sin embargo, pasa el tiempo y los trabajos aún no han comenzado. Es demencial. La autorización más importante fue concedida hace cuatro meses. Llevamos ocho meses de trámites y aún no tenemos nada, se lamenta Luis Maroto.
El vicepresidente de Nuestra Señora de As Ermidas afirma contar con el apoyo del alcalde de O Bolo, Manuel Corzo. Sin embargo, la lentitud con la que avanzan las gestiones comienza a inquietarle. Es más, muestra su preocupación porque todavía no se puede ver el final.
El agua causa el hundimiento de un muro.
La Fundación Nuestra Señora de As Ermidas realizó la primera nivelación de precisión, una medición realizada para determinar si continúa hundiéndose el muro orientado hacia el río Bibei, que según los estudios ya descendió 1,5 milímetros. Este desplazamiento es atribuido a las filtraciones de agua en el terreno, las cuales arrastran las partículas de tierra provocando que la pared se vaya abajo. Su deterioro amenaza con arrastrar al resto del templo, según apuntó Luis Maroto. Este directivo mostró su preocupación ante este hundimiento, que se produjo en un periodo de sólo cinco años. Recuerda además que el templo, construido en el siglo XVII, continúa sin asentarse 300 años después, cuando el terreno sobre el que se construyó debería haberse consolidado definitivamente.
Lo apuntó su vicepresidente, Luis Maroto, quien explica que la Diputación solicitó la licencia municipal como último requisito para hacer efectiva la ayuda. Sin embargo, las exigencias del Concello para conceder el permiso consiguieron que los directivos de la Fundación comiencen a considerarse incapaces de sacar adelante el proyecto.
Este directivo indicó además que los servicios técnicos municipales, que recuerdan que el edificio está catalogado por Patrimonio, solicitan un estudio de impacto ambiental, entre otros trámites. Se trata de hacer unos agujeros en el suelo para sacar el agua, explicó Luis Maroto, quien añadió que el presidente de la Diputación comprometió la ayuda el 16 de diciembre de 2008 y que el pasado 25 de septiembre creaba la partida de 60.000 euros. Meses antes, a finales de febrero, la Dirección xeral de Patrimonio dio el visto bueno a los trabajos. Después fueron llegando las autorizaciones otorgadas por el Obispado de Astorga y del Colegio de Ingenieros de Caminos.
Sin embargo, pasa el tiempo y los trabajos aún no han comenzado. Es demencial. La autorización más importante fue concedida hace cuatro meses. Llevamos ocho meses de trámites y aún no tenemos nada, se lamenta Luis Maroto.
El vicepresidente de Nuestra Señora de As Ermidas afirma contar con el apoyo del alcalde de O Bolo, Manuel Corzo. Sin embargo, la lentitud con la que avanzan las gestiones comienza a inquietarle. Es más, muestra su preocupación porque todavía no se puede ver el final.
El agua causa el hundimiento de un muro.
La Fundación Nuestra Señora de As Ermidas realizó la primera nivelación de precisión, una medición realizada para determinar si continúa hundiéndose el muro orientado hacia el río Bibei, que según los estudios ya descendió 1,5 milímetros. Este desplazamiento es atribuido a las filtraciones de agua en el terreno, las cuales arrastran las partículas de tierra provocando que la pared se vaya abajo. Su deterioro amenaza con arrastrar al resto del templo, según apuntó Luis Maroto. Este directivo mostró su preocupación ante este hundimiento, que se produjo en un periodo de sólo cinco años. Recuerda además que el templo, construido en el siglo XVII, continúa sin asentarse 300 años después, cuando el terreno sobre el que se construyó debería haberse consolidado definitivamente.
