La ley aleja a 500 metros de las casas las granjas bovinas

Se avecinan tiempos difíciles para la incorporación de savia nueva a un rural gallego castigado por la despoblación. Las normas en las que trabaja el Gobierno central vuelven cada vez más complicada la labor de los ganaderos y, en especial, de los que poseen explotaciones de bovino. La última directriz, el Real Decreto de normas básicas para la ordenación bovina que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación llevó a sindicatos y ganaderos a poner el grito en el cielo. Una de sus disposiciones prohibe la apertura de nuevas granjas a menos de 500 metros de otra o de un núcleo habitado, algo muy difícil en Galicia. El Ministerio que dirige Luis Planas sometió a información pública el borrador del Real Decreto, cuyo contenido “está revisando e valorando” la Consellería do Medio Rural para aportar las consideraciones oportunas. No es la única comunidad autónoma que analiza el texto, también Asturias y Castilla y León lo tienen sobre la mesa. Quienes ya se pronunciaron sobre la nueva norma son los sindicatos, asociaciones agroganaderas y productores. Desde A Pobra de Trives, Pedro Rodríguez, presidente de Agromacen (Agrogandeira do Macizo Central), colectivo que reúne a 400 productores, afirmó que la norma “é descoñecer o rural. Como lle das os servizos?! Quen lle da infraestruturas?!”, exclamó. Llevar agua potable y luz a 500 metros no es gratis. Este portavoz de los ganaderos cuantificó en más de 30.000 euros su coste. “É unha ameaza para o rural. Todo son barreiras para quen quere abrir unha explotación. A gravidade é que é un freno para a xente xove que quere poñer unha explotación. Impide o relevo xeracional”, afirmó. La norma tampoco se ve bien en Unións Agrarias, que ya presentó alegaciones. El responsable de Produccións Agrarias e Extensivas de la central, José Ramón González, apuntó que “non ten sentido. Parece unha animalada en Galicia. Outra cousa son as macrogranjas”, aludiendo a las explotaciones de gran tamaño, las que, en principio, parece querer regular la nueva normativa. Insistió en que está en periodo de alegaciones y que ”as granxas de vacún son moi distintas en Galicia. O Ministerio debe ser sensible”. La rentabilidad de las granjas, en juego “Con el fin de reducir el riesgo de difusión de enfermedades infectocontagiosas en el ganado bovino, se deberá respetar una distancia mínima de 500 metros de las explotaciones de bovino ya existentes, con respecto a cualquier otro establecimiento o instalación que pueda representar un riesgo higiénico-sanitario, y con los cascos urbanos”. Este es el texto del Real Decreto y no es la única norma que castiga al sector ganadero. También está la Ley de Protección y Derechos de los Animales, que obliga a jubilar a los siete años a los mastines, bajo la amenaza de multas de 30.000 euros. Estos perros protegen los rebaños del lobo, una especie que acaba de ser incluida en el Listado de Especies en Régimen de Protección Especial (LESPRE), quedando prohibida su caza. Jorge Prada posee 130 cabezas de bovino en Vilanova (A Veiga) y tres mastines. Estima que todas estas normas impedirán que “a xente se meta en explotacións. Coñezo a nove produtores que habían sacado a incorporación e despois dos cinco anos se saíron. É para que a xente se aburra”, expuso. Apuntó que acaba de vender reses a 300 euros, cuando hace ocho meses las pagaron a 550. Mientras suben los precios de la luz, del gasoil,… de todo. ”Non vai ser rentable”, afirmó.