EXTRA | DÍA MUNDIAL FORESTAL

Serra Enciña da Lastra, el Mediterráneo en Valdeorras

Vista del Parque Natural de la Serra da Enciña da Lastra.
photo_camera Vista del Parque Natural de la Serra da Enciña da Lastra.
El parque natural cuenta con gran cantidad de encinas, cuevas para la espeleología y espectaculares miradores

El Parque Natural de la Serra da Enciña da Lastra es un pequeño paraíso desconocido por muchos en Galicia, pero cuya ubicación la sita en un lugar estratégico, cuyo paso de la Vía Nova la ubica de camino a Astorga y cerca de las Médulas, unas minas de oro que atestiguan la importante romanización vivida en estas tierras. 

Sus 3.151 hectáreas del parque se enmarcan en el concello de Rubiá, al norte de la comarca de Valdeorras, y se funden ya con el Bierzo, que une y divide Galicia con esta comarca a través del río Sil, ensanchado por el embalse de Penarrubia.

Se trata del último parque natural en recibir dicha designación, en el año 2002, y se dice que su nombre se debe a que una encina de grandes dimensiones servía de guía a los viajeros. Sea cierto o no, lo que sí lo es, es que en el cercano cementerio de Covas, concello de Rubiá, se erige una encina con más de 500 años de antigüedad, y reconocida como árbol singular por la Xunta de Galicia. Y de lo que no cabe duda es de la gran cantidad de encinas que crecen en este parque. Una especie mediterránea por excelencia, sobre todo en los montes de la Meseta y el litoral del mar Mediterráneo, de madera dura y compacta, hoja perenne y que da como fruto a la bellota.

Otra singularidad de Enciña da Lastra es los roquedos y "farallóns" que dibujan un terreno agreste sobre el que se levantan varios miradores cuya vista compensa el esfuerzo necesario para llegar a ellos. De entre los nueve que sorprenden a los caminantes, destacan el de la Caprada en Oulego, el Tanque de Covas y la Portela, en Vilardesilva o el del Alto de la Escrita en Biobra.

En el parque hay innumerables grutas, que aquí denominan “palas” (palabra de origen prerrománico que significa cuevas), por lo que se ha convertido en lugar de peregrinación de espeleólogos y aficionados. Algunas de ellas son Pala Cumbeira, Pala da Zorra (con 600 metros de longitud), Pala Pereda, Pala Cubelas... y hitos en la espeleología gallega como la pala de Xilberte, la pala do Pombo, la de Trasmonte o la pala de Tralapala. Y, en estas grutas, alrededor de total de doscientas simas y cuevas censadas, llenas de estalactitas y estalagmitas, están algunas de las mayores colonias de murciélagos de España. 

En cuanto a la flora, el Parque suma alrededor de 62 especies endémicas de la Península Ibérica y Galicia, 26 de ellas, en situación vulnerable. Así, además de las encinas, crecen otras especies mediterráneas como olivos, almendros, alcornoques, plantas aromáticas como el tomillo, el orégano o la lavanda. Y, de entre todas ellas, llama la atención la abundancia de orquideas, Hasta un total de 20 especies diferentes.

Te puede interesar