PATRIMONIO

El patrimonio arqueológico valdeorrés, sumido en el olvido

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photo_camera Trabajos en el yacimiento arqueológico en Valencia do Sil.
La desidia de las instituciones por recuperar hallazgos importantes, objeto de críticas por los expertos

"Os alcaldes de Valdeorras non se preocupan nin se preocuparon do patrimonio". José Fernandez, arqueólogo vilamartinés, resume con esta frase su enfado con las instituciones, que apenas dedican esfuerzos a la recuperación de los yacimientos arqueológicos de Valdeorras.

Porque la comarca, a pesar de que no tiene "un Mérida, un Tarraco", sí que tiene numerosos yacimientos bajo tierra. Por Valdeorras transcurría la Vía Nova, carretera romana que comunicaba las ciudades de Asturica Augusta (Astorga) y Bracara Augusta (Braga -Portugal-). Un testigo de este pasado romano fue el mosaico de A Cigarrosa, que se suele citar como ejemplo al hablar del desprecio que las instituciones proyectan sobre el patrimonio valdeorrés. Fue descubierto por un grupo de aficionados a la arqueología, los "Escarbadores".

Xulio Parada, profesor de latín del IES Lauro Olmo de O Barco, coordinó junto a otros docentes del IES Cosme López de A Rúa la elaboración de un documental sobre este colectivo. En relación al mosaico, dice que "desapareceu ós poucos meses". La pieza ya había sido documentada a finales del siglo XIX.

Xulio comenta que posteriormente, durante la construcción en los años 70 de la N-120, aparecieron más mosaicos "probablemente do mesmo edificio", pero que cayeron también en el olvido. Del mosaico de A Cigarrosa tan solo restan fragmentos en el Museo Arqueolóxico de Ourense.

Otro enclave reseñable se halla en Valencia do Sil (Vilamartín), donde un grupo de voluntarios está limpiando y excavando, con ayuda del Concello, un castro que podría tener dos hectáreas de superficie. En este grupo se encuentra José Fernández, que denunció que tendrán que enviar las cerámicas y monedas descubiertas al citado museo. Según afirma, el de Valencia "rompe coas normas dos castros". Pero lamenta que tengan que llevar ellos la iniciativa de los trabajos. "Téñeno que facer as institucións que nos representan", asevera. Pide ayuda institucional para el siguiente paso en las tareas de conservación, consolidar los muros y emplear herbicida para que la maleza no vuelva a invadir el yacimiento.

José Fernández añade a la lista un nuevo sangrante caso de maltrato al patrimonio. En O Castro (O Barco) fue descubierto hace unos años un yacimiento romano junto a la torre, que incluía cabañas que podrían datar del siglo II antes de Cristo. En vez de ser recuperado, fue cubierto por una plaza. "Temos concellos ó lado que o están aproveitando", dice en relación al patrimonio arqueológico. Y destaca Quiroga, mencionando minas romanas y fósiles en pizarras do Courel. A estos yacimientos, asegura, llegan constantemente visitas y excursiones.

Aurelio Blanco, presidente del Instituto de Estudios Valdeorreses, también califica de "deplorable" el estado del patrimonio arqueológico valdeorrés, que comprende importantes mámoas y petroglifos. Asegura que lleva "30 o 40 años luchando" para ponerlo en valor. Por desgracia y, según dice, solo ha quedado en una "voz en el desierto".


Una "vicus" romana enterrada bajo los escombros


Entre A Pobra (O Barco) y Arcos (Vilamartín) se halla una importante "vicus", es decir, una población romana. El arqueólogo José Fernández  denuncia el maltrato que sufrió el yacimiento tras ser descubierto, pues se encuentra bajo escombros. Asegura que, tras excavar allí en el 1991, "cando quixemos protexelo o Concello do Barco tapouno con escombros de obra".

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