Los vecinos de San Vicente (Vilamartín) atribuyen al uso de explosivos el hundimiento de su carretera. Técnicos de la Diputación pudieron comprobar la presencia de los cables que podrían haber sido usados en las detonaciones.
Dos técnicos de la Diputación provincial se desplazaron este miércoles hasta San Vicente (Vilamartín), acompañados de un notario. Su presencia fue solicitada por los vecinos para advertirles del hundimiento de la carretera que comunica este pueblo con el de Córgomo, en un tramo que discurre sobre una cantera de pizarra.
Los vecinos desconfían que el hundimiento de la calzada puede ser consecuencia de la combinación de las últimas lluvias con el uso de explosivos por personas desconocidas. En este sentido, apuntan que hace unos dos meses oyeron varias explosiones en la zona.
Durante su recorrido por la zona, los técnicos de la Diputación fueron acompañados por cuatro vecinos del pueblo, quienes les mostraron los cables supuestamente empleados en las detonaciones realizadas. Según apuntó uno de los asistentes a la cita, las deficiencias de la carretera y el estado en que se encuentra la carretera fue fotografiado por el notario.
Escoitáronse explosións, comentó ayer uno de los vecinos que acompañaron a los técnicos de la Diputación. Añadió que en este punto también fueron realizadas perforaciones, algunas de ellas por la noche. En estos momentos, la caída de piedras supone un serio peligro para quienes trabajen en la cantera.
La explotación de San Vicente provocó un largo conflicto entre una pizarrera, el Concello vilamartinés y la Diputación. Los problemas comenzaron en 1991, a causa del grave hundimiento de la calzada, que llevó a Industria y a la Diputación a ordenar la paralización de sus actividades. Sucedió a mediados de la pasada década y ahora, los vecinos desconocen en qué situación se encuentra la cantera.
El teniente alcalde de Vilamartín, José Pinto, afirmó tener conocimiento de los hechos por los vecinos, aunque apunta que el Concello está a la espera de recibir una información más detallada sobre ellos.
Los vecinos desconfían que el hundimiento de la calzada puede ser consecuencia de la combinación de las últimas lluvias con el uso de explosivos por personas desconocidas. En este sentido, apuntan que hace unos dos meses oyeron varias explosiones en la zona.
Durante su recorrido por la zona, los técnicos de la Diputación fueron acompañados por cuatro vecinos del pueblo, quienes les mostraron los cables supuestamente empleados en las detonaciones realizadas. Según apuntó uno de los asistentes a la cita, las deficiencias de la carretera y el estado en que se encuentra la carretera fue fotografiado por el notario.
Escoitáronse explosións, comentó ayer uno de los vecinos que acompañaron a los técnicos de la Diputación. Añadió que en este punto también fueron realizadas perforaciones, algunas de ellas por la noche. En estos momentos, la caída de piedras supone un serio peligro para quienes trabajen en la cantera.
La explotación de San Vicente provocó un largo conflicto entre una pizarrera, el Concello vilamartinés y la Diputación. Los problemas comenzaron en 1991, a causa del grave hundimiento de la calzada, que llevó a Industria y a la Diputación a ordenar la paralización de sus actividades. Sucedió a mediados de la pasada década y ahora, los vecinos desconocen en qué situación se encuentra la cantera.
El teniente alcalde de Vilamartín, José Pinto, afirmó tener conocimiento de los hechos por los vecinos, aunque apunta que el Concello está a la espera de recibir una información más detallada sobre ellos.
