Los vecinos de A Rúa vienen hablando de un nuevo centro de salud desde hace casi tres décadas. Fue en 1996, con José Vicente Solarat en la alcaldía, cuando comenzaron las gestiones para sustituir al actual, acondicionado la antigua vivienda del médico, que en la planta baja tenía el despacho. Existe un proyecto de la futura construcción, incluso se habló de una inversión superior a los 2,4 millones de euros y de una superficie de más de un millar de metros cuadrados. Al menos así lo anunció la Xunta a finales de enero de 2023, pero desde entonces, de esta actuación sólo se oyó hablar en campañas electorales.
La alcaldesa solicitará una entrevista con el titular de Sanidad
La alcaldesa nacionalista, María González Albert, explicó estar a la espera de que el nuevo gobierno autonómico tome posesión para solicitar una entrevista con la persona que esté al frente de la Consellería de Sanidade. Hoy en día, el enfado de la regidora es mayúsculo. “O conselleiro tivo a desfachatez de vir aquí en campaña electoral a decir que a obra empezaría en xuño do ano pasado. Case pasou un ano e nada”. comentó.
González Albert recordó que la Corporación aprobó en pleno la bonificación del ICIO (impuesto sobre construcciones, instalaciones y obras) y también que el Concello concedió la licencia municipal de obras, que después dejaría caducar el Ejecutivo autonómico. “Lles escribimos que estaba a punto de caducar e non contestaron”, afirmó. “É unha tomadura de pelo á cidadanía da Rúa”, protestó.
La alcaldesa también aludió a los cientos de personas que se sumaron a las movilizaciones organizadas para reclamar el nuevo centro de salud, unas protestas cuyo resultado aún sigue en el aire. “Xa morreu xente que pelexou por ese centro de saúde”, dijo.
Compás de espera
Con el paso de meses y años, apenas se realizó el asfaltado del terreno buscado para el ambulatorio. Este diario contactó con la Consellería de Sanidade, interesándose por el proyecto, sin conseguir información alguna.
Las carencias de un edificio obsoleto no son las únicas que sufren los rueses. También echan en falta algún facultativo, pues son tres los que suelen atender a los pacientes cuando “na Rúa sempre tivemos catro”, según María González. El proyecto del centro de salud no atendió esta demanda, pues fue diseñado sólo para tres.
Su diseño incluye 3 consultas de medicina general, 1 sala polivalente -que podría ser usada de consulta-, 3 consultas de enfermería y 1 sala de técnicas. Además, prevé un área pediátrica con consultas médica y de enfermería, así como salas de lactancia y de espera. Además, tendrá área de la mujer, con salas de atención y de educación para la salud, almacén y vestuarios, según dijo en su día Sanidade.
