La construcción de la Rúa Campogrande solo abrió 6 meses en 16 años
La oficina de información turística de A Rúa tan solo abrió seis meses desde que fue construida. Programada para comenzar a prestar servicio en el año 2000, solo abrió regularmente medio año, el tiempo que duró el contrato de la persona que la atendió, como recordó ayer la alcaldesa actual: María González Albert. Durante algún tiempo, voluntarios de la Asociación de Amigos do Camiño de Santiago por Valdeorras asumieron su atención en momentos que tenían libres. Desde entonces, y salvo contadas excepciones, permaneció cerrada a cal y canto.
En mayo de 2015, la entonces Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras, organismo que poseía la titularidad de los 625 metros cuadrados de terreno y de la construcción, la cedió al Concello, pero nada cambió.
Emplazada en la Rúa Campogrande, una de las principales arterias de la villa ruesa, el Concello es incapaz de conseguir alguna utilidad para la pequeña oficina, construida para fines turísticos.
Lo confirmó ayer la alcaldesa, María González Albert. "É difícil darlle saída", explicó. Esta dificultad tiene su razón en las reducidas dimensiones de un establecimiento que, por carecer, hasta le falta un pequeño habitáculo que pueda ser utilizado como almacén. "É un edificio mal pensado", apostilló la regidora.
En el Concello no escatiman esfuerzos en su intento de que el inmueble pueda tener alguna utilidad. Incluso contactaron con posibles interesados en su apertura, pero todo fue en vano. "Ao chegar alí, todos bótanse para atrás", dijo María González.
Así las cosas, las características del local parecen condenarlo a prestar servicio como punto de información para los turísticos. Sus reducidas dimensiones son suficientes para colocar en él folletos y guías. El reconocimiento oficial del Camiño de Inverno como ruta de peregrinación a Santiago podría ser su salvación. Sin embargo, no será fácil. Hasta su ubicación es mala, al no estar en el trazado actual.
