El viaje en tren de O Barco a Vigo llevará seis horas y media

Renfe complica de nuevo las comunicaciones del rural ourensano suprimiendo el tren Regional Exprés que comunica de manera directa Ponferrada y Vigo. Este tren salía de la capital berciana a las 6,15 horas y llegaba a la ciudad olívica a las 11,27 horas, pasando por Ourense a las 9,04 horas. Tal y como explica el sector ferroviario de la Confederación General del Trabajo (CGT), a partir del 19 de julio finalizará su recorrido en la capital provincial. Para continuar el viaje habrá que esperar hasta las 11,35 horas, con llegada a las 13,35 horas. Los cambios implicarán que para ir de O Barco a Vigo se tarden seis horas y media. Se ven afectadas también otras localidades situadas en la línea que cubría el Regional, como A Rúa, Quiroga, Monforte, Ribadavia, Salvaterra, O Porriño o Redondela. En los concellos valdeorreses por donde circula el ferrocarril habitan unas 21.000 personas. Los usuarios se verán obligados a esperar durante dos horas y media a que su convoy continúe el viaje. Desde la CGT afirman haber protestado ya a la dirección de Renfe. Según explican, Renfe justifica la demora en Ourense en que así el Regional serviría de enlace con un Alvia procedente de Madrid que cambiará su recorrido para ir a la ciudad olívica a través del “bypass” de Santiago de Compostela, algo por lo que las localidades del corredor del Miño quedarían sin servicio. Dicen no entender que se supedite el servicio público de ferrocarril para el interior gallego “a unha visión centralista de ultraconexión con Madrid”. Esta decisión de la operadora ferroviaria complica aún más la situación en cuanto a comunicaciones de Valdeorras. A partir del lunes los vecinos de la comarca solo podrán ir directamente en transporte público a Ourense de entre las grandes ciudades gallegas. Y a la poca cantidad de frecuencias, especialmente en cuanto a tren se refiere, se le suman unos horarios difíciles de asumir. Para ir a Santiago o A Coruña solo hay una frecuencia diaria. Desde la CGT anuncian su intención de contactar con los regidores de los concellos afectados dentro de la campaña “Onde está o meu tren?” para instarlos a protestar ante Renfe y el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. REACCIONES DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS Tras conocerse la decisión se sucedieron las reacciones. El diputado del BNG Néstor Rego reclamó que se mantenga la línea y que se recuperen todas las líneas y frecuencias suspendidas por la pandemia. A su juicio se trata de un “desmantelamento dos servizos ferroviarios na Galiza cunha folla de ruta calculada para seguir pechando estacións e suprimir liñas”, criticando que el Gobierno no trate de trabajar en un servicio ferroviario “atraínte para potenciais usuarios e usuarias”. También rechazó la decisión de Renfe el diputado popular Celso Delgado, que la tachó de “disparate”. “Lo que no se puede es dejar a los usuarios de tren convencional sin servicio”, dijo, incidiendo en la deficiencia de las conexiones entre Ourense y Valdeorras. “Vamos a pedir que se rectifique. Lo exigible es que se mejore, no que se empeore”, apuntó, sugiriendo la posibilidad de presentar una iniciativa parlamentaria. Por otra parte, el senador del PSOE Miguel Bautista justificó la supresión de la línea directa alegando falta de viajeros. “Non vai ninguén”, afirmó, antes de relatar que tiene ido en el tren y “a veces imos tres a veces imos cinco, e o último que monta é na Rúa”, indicando que más allá de la villa ruesa apenas suben pasajeros.