La supresión de la comunicación ferroviaria directa entre Ponferrada y Vigo, que prestaba el tren regional 12611, fue llevada al Congreso por el Partido Popular. A su vez, la Xunta mostró su oposición y reclama el restablecimiento de todos los servicios de antes de la pandemia del covid-19. El convoy que sale de la capital berciana a las 06,15 horas llega a la ciudad olívica a las 11,27, pero a partir del día 19 se detendrá en Ourense, donde los viajeros deberán aguardar por otro hasta las 11,35, horas para llegar a la urbe pontevedresa a las 13,35 horas, según anunció la Confederación General del Trabajo (CGT).
La Xunta fue sorprendida por el anuncio de merma de servicios. La Consellería de Infraestruturas e Mobilidades pidió explicaciones y lamentó no haber sido informada. “De confirmarse, esta sería una nueva reducción de servicios con la que Renfe vuelve a ‘castigar’ a los gallegos”, dice en el escrito remitido a Renfe, donde insiste en el “rechazo más absoluto del Gobierno gallego a estas reducciones y reiterando la solicitud de que se recuperen completamente los servicios ferroviarios en la Comunidad gallega a su nivel previo a la pandemia”.
“Tardará en facer este traxecto 7 horas e 20 minutos, fronte ás 5 horas e 12 minutos anteriores. Unha monumental demora que se traslada tamén aos usuarios do tren das estacións do itinerario”, afirmó el diputado ourensano Celso Delgado, tras presentar, con Ana Vázquez, iniciativas parlamentarias para que Renfe y el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda urbana “rectifiquen con urxencia as decisións que maltratan aos usuarios do ferrocarril das comarca de Valdeorras, Terras de Lemos e do Bierzo”. Ambos afirman estar “escandalizados e indignados ante esta disparatada decisión de Renfe, que obriga aos usuarios deste tren de media distancia a esperar durante dúas horas e media na estación de Ourense, ata poder continuar a viaxe”.
Desde Ponferrada, su alcalde socialista, Olegario Ramón, tras contactar con Renfe y Adif, coincidió con el senador petinés del PSOE, Miguel Bautista, al afirmar que la decisión obedece a que el trayecto entre Ourense y Vigo únicamente es cubierto por “uno o dos pasajeros diarios” y añadió que “no es una decisión definitiva”.
