Carballiño superó a la elaborada en Bilbao y utilizó 750 kilos de cefalópodo y un plato de de 5,37 metros de diámetro
Carballiño volvió a superar su propio record y en esta ocasión también el de Bilbao, con la tapa de pulpo más grande del mundo. En 18 minutos y 24 segundos, en torno a 25 pulpeiros, ayudados por algún que otro concejal e incluso el alcalde, Francisco Fumega, picaron 750 kilos de pulpo, 150 más que en la pasada edición, utilizando un plato de madera de pino de 5,37 metros de diámetro. Por eso, cuando concluyó la faena, que estuvo amenizada por un grupo de gaiterios de la escuela de Carballiño, todos al unísono gritaron: ¡A por el Ginness!. Y es que el propio alcalde manifestaba que "deberíamos intentarlo, es algo sobre lo que tenemos que tomar una decisión". El motivo de que hasta ahora no se iniciasen los trámites se debe a que supone un coste de 6.000 euros, pero sobre eso también apuntaba que "si se consigue dan 12.000", y en esta séptima edición Carballiño superó a Bilbao en 7 centímetros el diámetro del plato y en 50 kilos de pulpo.
La gran habilidad de los pulpeiros de Arcos y Carballiño logró este nuevo récord en el que también participó Manuel Domínguez Carrete, chef del restaurante Lúa, una referencia de la nueva cocina en la capital de España, que cuenta con una Estrela Michelín desde finales del pasado año, y que recibía ayer del Concello la distinción de Embaixador da Festa do Pulpo y de Carballiño en Madrid.
Muchos de los patrocinadores no se perdieron el espectáculo. Allí estaban representantes de la empresa Frigoríficos Florindo e Hijos; de Aceites Abril, que aportó 30 litros de aceite para aderezar la tapa; también Carlos Rodríguez, presidente del Consello Regulador de la Indicación Xeográfica Protexida Pan de Cea, con 125 piezas para acompañar el pulpo; y de la Bodega Pazo Tizón, de Moldes (Boborás), que aportó 128 botellas de tinto, entre otros.
La Asociación de Pulpeiras de Carballiño - Arcos lo dispuso todo a continuación para recibir la avalancha de carballiñeses y visitantes que guardaban cola para degustar el pulpo. Por cuatro euros recibieron un plato grabado para la ocasión, con su correspondiente ración, un trozo de pan de Cea y un vaso de vino Pazo Tizón, además de un trozo de chocolate para el postre, de la Confitería Royal, que elaboró una réplica de la Torre Big Ben de Londres.
Francisco Fumega manifestaba que "esperemos que este récord sea por una langa temporada", en alusión a la competencia de Bilbao, al mismo tiempo que destacaba que "aquí es un plato elaborado al estilo tradicional, de madera de pino, hecho por la brigada municipal, que este año contó con el apoyo de la empresa Carrete, y el pulpo no se puede comparar con el de otros sitios".
