El saludable ejercicio del senderismo, con adeptos en constante crecimiento, tiene en la Ribeira Sacra ourensana una nueva alternativa de disfrute. El Concello de Montederramo puso ayer en marcha la Ruta Romana de Vilariño Frío, un breve paseo circular de poco más de un kilómetro por el discurrir de esta pequeña localidad que, no por su corta extensión, resta hermosura al caminar.
Un paisaje natural excepcional y su emblemático Puente Romano son capaces de captar la atención de unos visitantes que en su caminar tienen la oportunidad de retroceder en la historia e interiorizar las claves de este tipo de vías de comunicación y la vida que transcurría pareja a ellas. Esta mirada al pasado se ha logrado gracias a la instalación de 12 paneles informativos (en gallego y castellano) con ilustraciones alusivas a la historia de esta vía y todo lo que con ella llevaba.
La antigüedad de esta ruta romana la había dejado convertida en un simple camino rural para el ganado, pero una inyección económica de 33.000 euros por parte del Consorcio de Turismo de la Ribeira Sacra permitió, en primer lugar, adecentar el camino, limpiándolo de maleza, ensanchándolo y poner en realce la fuente de la vía. Posteriormente llegó una segunda inversión de aproximadamente 4.000 euros que permitió su perfecta señalización. Y ayer, por fin, se oficializó su apertura institucional, en un acto al que no faltaron los vecinos de la zona, el alcalde de Montederramo, Antonio Rodríguez, y representantes del Consorcio.
Enclave
Para visitar la ruta, el caminante debe hacer un alto en Vilariño Frío y desviarse a la izquierda para acceder al centro del pueblo. Al lado de la vieja iglesia neoclásica comienza la recuperada Ruta Romana, por la que llegaron las tropas que, al mando de Décimo Junio Bruto, conquistaron esas tierras, hasta entonces habitadas por comunidades celtas, como la del cercano Castro de Leboreiro.
LA INICIATIVA
Turismo, cultura y educación
La puesta en marcha de la Ruta Romana de Vilariño Frío se enmarca dentro del Circuito turístico-cultural-educativo que el Concello de Montederramo está desarrollando por todo el municipio, aprovechando sus recursos histórico-artísticos y naturales. Después de las acciones llevadas a cabo en la Abadía de Santa María de Montederramo, en el conjunto religioso de Marrubio y en la Serra de San Mamede, la recuperación de esta ruta supone el cuarto de los objetivos que se había fijado la institución. El Circuito quedará completado cuando entren en funcionamiento las unidades didácticas proyectadas en el primitivo Mosteiro de Seoane Vello y en el Castro Celta do Leboreiro. La conversión de los asentamientos celtas, druidas, romanos, eremitas, monjes benedictinos, señores feudales y monjes cistercienses en unidades didácticas permitirá al visitante conocer la particular historia de Montederramo. El Concello ya llevó a cabo gestiones con la Consellería de Educación para que desde septiembre los colegios gallegos puedan programa visitas pedagógicas por este circuito.
La antigüedad de esta ruta romana la había dejado convertida en un simple camino rural para el ganado, pero una inyección económica de 33.000 euros por parte del Consorcio de Turismo de la Ribeira Sacra permitió, en primer lugar, adecentar el camino, limpiándolo de maleza, ensanchándolo y poner en realce la fuente de la vía. Posteriormente llegó una segunda inversión de aproximadamente 4.000 euros que permitió su perfecta señalización. Y ayer, por fin, se oficializó su apertura institucional, en un acto al que no faltaron los vecinos de la zona, el alcalde de Montederramo, Antonio Rodríguez, y representantes del Consorcio.
Enclave
Para visitar la ruta, el caminante debe hacer un alto en Vilariño Frío y desviarse a la izquierda para acceder al centro del pueblo. Al lado de la vieja iglesia neoclásica comienza la recuperada Ruta Romana, por la que llegaron las tropas que, al mando de Décimo Junio Bruto, conquistaron esas tierras, hasta entonces habitadas por comunidades celtas, como la del cercano Castro de Leboreiro.
LA INICIATIVA
Turismo, cultura y educación
La puesta en marcha de la Ruta Romana de Vilariño Frío se enmarca dentro del Circuito turístico-cultural-educativo que el Concello de Montederramo está desarrollando por todo el municipio, aprovechando sus recursos histórico-artísticos y naturales. Después de las acciones llevadas a cabo en la Abadía de Santa María de Montederramo, en el conjunto religioso de Marrubio y en la Serra de San Mamede, la recuperación de esta ruta supone el cuarto de los objetivos que se había fijado la institución. El Circuito quedará completado cuando entren en funcionamiento las unidades didácticas proyectadas en el primitivo Mosteiro de Seoane Vello y en el Castro Celta do Leboreiro. La conversión de los asentamientos celtas, druidas, romanos, eremitas, monjes benedictinos, señores feudales y monjes cistercienses en unidades didácticas permitirá al visitante conocer la particular historia de Montederramo. El Concello ya llevó a cabo gestiones con la Consellería de Educación para que desde septiembre los colegios gallegos puedan programa visitas pedagógicas por este circuito.