El COB jugó sus primeros minutos la temporada y lo hizo para ser un muy digno sparring de un Breogán con un poco más de todo: más ritmo, mucho más físico, puntería y un retahíla interminable de rotaciones contra un COB justito para hacer un quinteto profesional. Como en la primera semifinal, entre el Obradoiro y el Básquet Coruña, la diferencia de peso entre los ACB y los LEB Oro fue enorme. No hubo partido en ninguno de los dos encuentros. Aún así el equipo cobista dejó buenas sensaciones. Jugó por momentos con tres “chavales” de EBA a la vez en pista, sin rotaciones en la zona y con la fatiga como lastre toda la segunda mitad.
El primer cuarto fue el único en el que el COB pudo mirar al marcador con interés. Empezó con acierto en el tiro exterior y le permitió ir trampeando en la “goma” ante un rival siempre superior. Salió Josep Cera de inicio y le costó “crear” ante pares más físicos y ayudas imponentes cada vez que quiso atacar la zona. Le relevó Chaz Williams y también sufrió para intentar conseguir ventajas, pero demostró desde la primera posesión que tiene características para ser importante en la LEB Oro y gustar al Pazo. Fue el que más miradas centró para unos aficionados que todavía tendrán que esperar para “tenerlos” a todos. Ayer no estuvieron por lesión Peciukevicius ni Del Águila, Willet todavía no ha llegado y falta por fichar un pívot que se antoja clave para cualquier pronóstico sobre el rendimiento y las posibilidades del equipo.
Con todas las limitaciones posibles, el COB nunca racaneó con la intensidad. Era lo que pedía su entrenador el día anterior y no hay nada que decir. Mediado el segundo cuarto todavía mantenía además el tipo en el marcador (30-42) un equipo ourensano más o menos equilibrado cuando Aboubacar estuvo en pista. El africano aguantaba el nivel físico y en el perímetro Gjuroski y Ventura fueron sumando desde el triple. Además, Cera fue creciendo con el partido y en la toma decisiones hasta firmar una primera mitad muy notable.
Los minutos finales del segundo cuarto volvieron a estirar la goma. El cansacio fue un hándicap añadido para un COB que empezó a conceder demasiados rebotes en su zona y a perder balones en ataque. Sin brillo, pero con continuidad, el Breogán lo aprovechó para seguir haciendo caja aunque todavía incapaz de romper el partido definitivamente (34-47).
SEGUNDA MITAD
Josep Cera volvió a liderar al COB tras el descanso y dejó a su equipo en un 52-40 que ya no tuvo continuidad. Un parcial de de 0-6, tiempo muerto de Guillermo Arenas y la sensación de que el equipo ourensano estaba jugando siempre al máximo posible ante un rival con varias marchas que meter. Mérito aún así de los cobistas. Hasta el 50-63, ya en el último minuto del tercer cuarto, estuvo “vivo” el COB. Un parcial final de 0-7 puso por primera vez la ventaja lucense en los 20 (50-70).
Sobró el último cuarto. Un COB todo el partido en la reserva acabó parado y sin gasolina. El Breogán jugó por primera vez a placer y logró un parcial de 9-27 ya jugando sin defensa ni balance defensivo en los locales.
Final ajustado a pronóstico y buenas sensaciones en los dos equipos. Un Breogán con pegada para todo una campaña más en la élite y un COB con mimbres interesantes que necesita completar y compenetrar acertadamente.
