LEB ORO

Triunfo del COB tras un final de infarto, que sella la permanencia (78-81)

Castellón-COB
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El COB vence al Castellón tras un duelo que dominó y se complicó, certifica la permanencia y recupera la posición de play off

  • Castellón: Franch (4), Domínguez (20), Manchón (15), Stutz (6) y Okouo (12) -quinteto inicial- Faner (12), Martínez (3), Bressan y Orlov (6).
  • COB: López (8), Turner (15), Kacinas (8), Jawara (13) y Radic(14)  -quinteto incial- Llorente (2), Palazuelos (3), Peter-McNeilly (7), Samu Rodríguez (9) y Gill (2).
  • Árbitros: Hurtado, Franquesa y Langa.
  • Incidencias: Partido de la jornada número 24 de la LEB Oro disputado en el Pabellón Municipal Ciutat de Castelló.

¡Menuda noche la de aquel día! El COB sacó sin lágrimas pero con sudor una victoria trascendental. Tanto que sirve para sellar la permanencia de forma virtual y te abre la puerta a solo hablar de la lucha por el play off. Pero, genio y figura hasta la sepultura, los ourensanos lo hicieron a su estilo. Que no se diga. Un partido que tuvieron ganado unas cuantas veces, lo terminaron sufriendo, peleando y quitando años de vida a sus aficionados. Todo por esos errores de dirección y ejecución que ponen de los nervios hasta al mayor consumidor de tila del planeta. Bien está lo que bien acaba y el 78-81 ahuyenta fantasmas y clarifica el horizonte.

Porque hubo cuatro cuartos, pero un único guion más allá del intercambio inicial de canastas. Okouo golpeaba una zona cobista demasiado desguarnecida. Los ourensanos lo compensaban con un poco de cada (8-13, m.4) para un primer parcial de ventaja mínima, 20-21, pero sensación de que eres mejor sí o sí.

Una dinámica más evidente aún en el segundo cuarto. A base de triples, el COB se estiró (22-34, m.13). Con el Castellón tambaleándose, aparecieron los fantasmas. Ni una victoria fácil, parece tener como lema el equipo ourensano. Parcial de 8-0 en un abrir y cerrar de ojos, y todo igualado. Un buen esprint final dejó el 37-42 al descanso y la sensación que la recompensa podría haber sido aún mayor.

El descanso no alteró mucho las constantes vitales ni de uno, ni de otro. Los levantinos están al borde de un ataque de nervios con la clasificación en la cabeza, y los ourensanos no son la mente más segura de la categoría. Turner enseñó la “patita”. Y más que lo debe hacer. No es egoísta, pero podría serlo un poco más (45-58, m.27). El estadounidense y Samu Rodríguez sofocaron los intentos de rebelión para marcharse 52-64 al último periodo.

Y, entonces, pasó de todo, como en una película de Tarantino. Nada más empezar, el COB se puso con la mayor renta del partido, 15 puntos. Nueve de cada diez expertos dirían que la cosa estaba finiquitada. Y nueve de cada diez expertos demostrarían no conocer a este equipo. Entre tiros en el pie con pérdidas de Javi López y Radic pasando como si fuese su casi tocayo Jokic, y el Castellón anotando triples milagrosos como hábito, volvió a haber partido (68-72, m.36). 

Dos acciones de Jawara, de tanto talento como valor, volvieron a impulsar a los ourensanos. Mosqueo en la parroquia local, con técnica va, antideportiva viene. Pero el COB lo aprovechó a medias. Con el recuerdo de lo sucedido ante el Tizona, aparecieron más fantasmas que en Cuarto Milenio. El 73-79 faltando menos de un minuto era un “parecía que sí”, pero un 2+1 local hizo que la sombra del infarto siguiese sobrevolando. Con un tiro libre de Turner se subió el 78-81 al luminoso. Bola para el Castellón. Los cobistas no hacen falta, los castellonenses lo que se hacen es un lío. Balón al suelo, pelea, correr el tiempo y se acabó. Suspiro y sonrisa.

A lo COB. Una congoja permanente. Pero, esta vez, acabó bien. Ahora a ser ambiciosos. Cambio de palabra, se retira “permanencia” y entra en su lugar “play off”.

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