BALONCESTO

Poco Jekyll y mucho Hyde

Ourense. 22-01-16. Deportes. Cob-Oviedo.
Foto: Xesús Fariñas
photo_camera Salash haciendo un mate en el partido.

El COB fue inferior al Oviedo durante tres cuartos pero tuvo opciones de victoria gracias a una meritoria reacción en los últimos 13 minutos de partido 

El peso de la realidad aplastó a un COB igual de plausible en esfuerzo que en citas anteriores pero más terrenal en el acierto y 'achaparrado' bajo los aros. Más real. Sería injusto sacar ahora el tirachinas con un equipo capaz de camuflar de forma sobresaliente limitaciones determinantes. 

El Oviedo fue mejor, es mejor y debería ser siempre mejor sencillamente porque quizá no tenga tanto talento como Rivero o Rejón en ningún puesto ni la puntería de Kapelan o el futuro de Barreiro pero, como se dice en el boxeo, libra por libra es muy superior. Y así, casi todos los equipos de esta LEB Oro que al COB le viene grande cuando enfrente tiene rivales de linaje y lo obliga a rozar la perfección ante el resto para sumar victorias.

Por eso el Pazo, que de este deporte sabe tanto como el que más, aplaude siempre y opta por morderse la lengua cuando en otras temporadas entrenaría su repertorio de viento. Porque el COB, como se vio anoche, necesita una banqueta para competir bajo los aros cuando Rowley no está en pista y se desespera cuando lo está y necesita que sume algo más que rebotes. Es capaz de parecer competitivo pero se le ven las costuras cuando García de Vitoria tiene que pasar de rotar a inventar. A veces ya con lo primero. El banquillo ourensano ayer utilizó a cinco jugadores y entre todos valoraron... 5. Así es imposible. El del Oviedo, 23.

Eso sí, cuando entran los tiros exteriores y el viento sopla de cola es un equipo tan válido como cualquier otro. Porque entonces los rebotes son menos y los espacios en las zonas, más. Pero ayer los dos primeros triples tardaron cinco minutos y luego le siguieron diez fallos consecutivos y 25 minutos sin probar bocado. Entonces el COB se ratifica en su Hyde más radical. Aparecen las dudas, los rebotes se encariñan con los rivales y el marcador empieza un lento pero imparable recorrido hacia el triunfo del contrario. Un par de parciales para evitar que el destrozo fuera mayor y la renta que pasa de los 5 a los 13 puntos y en el tercer cuarto llega hasta los 15.

Luego llegó el Jekyll que también ha permitido disfrutar con muy buenos partidos esta temporada. Kapelan y Barreiro lideraron una reacción muy meritoria y que permitió tener opciones reales de victoria. Un 13-0 desde la intensidad defensiva y el juego a la carrera.

Remontada incompleta

El Oviedo había sido mejor pero el COB atisbó la gesta. Esta vez no sonrió la fortuna. Rivero se enfadó primero con Van Wijk y luego con el aro, Rowley no calculó bien sus lanzamientos por aproximación y Kapelan y Fernández no acertaron en los triples que habrían completado la remontada.

El Oviedo ya estaba pidiendo la hora y le bastó con un par de rebotes ofensivos más y tres tiros libres para asegurar una victoria justa pero no que debe preocupar al COB. Igual que no habría debido creérselo en caso de victoria.

Su caso puede ser de todo menos extraño. Dos personalidades en un mismo equipo. Comprensible, esperado y asumible. Ayer tocó ver más limitaciones que virtudes. Quizá el próximo día sea al contrario. Por cierto, será ante el Breogán.

Te puede interesar
Más en Zona COB