El diccionario del coronavirus incluye términos y escalas métricas que hace dos semanas no le sonarían de nada a la mayoría de la población. Los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) son uno de ellos. Relacionados inicialmente al sector empresarial, en los últimos días se han ido vinculando, cada vez con más frecuencia, al mundo del deporte.
El primero en hacerlo suyo fue el Huesca, el equipo de la LEB Oro no esperó ni a que el Gobierno aprobase el paquete de medidas para luchar contra el "virus económico" y avanzó un ERTE a su plantilla y a los empleados todavía con las condiciones anteriores.
El fútbol también se ha apuntado esta "moda" e incluso el todopoderoso FC Barcelona valora aplicarlo a su empleados y pedirle a los jugadores de las distintas plantillas que acepten bajarse el sueldo mientras no se puedan reanudar las competiciones.
El COB podría ser el siguiente en presentar la solicitud. De hecho ya se ha puesto en contacto con los jugadores de la primera plantilla para comunicarles que es una opción que el club está valorando. El objetivo es minimizar daños económicos en un momento tan delicado y la vez asegurar a los jugadores la mayor solvencia posible en cuanto a los cobros de sus nóminas, entre lo que abonaría el gobierno e incluso una compensación que podría asumir el club presidido por Camilo Álvarez,
Dos de los otros tres equipos gallegos con los que comparte categoría el COB ya han anunciado oficialmente que han solicitado el ERTE.
El Breogán señala que ha tomado la decisión tras la declaración del "estado de alarma por la crisis del coronavirus y teniendo en cuenta la suspensión temporal de la liga LEB Oro así como el cierre de las instalaciones del Pazo dos Deportes por parte de la Diputación Provincial de Lugo". Un caso idéntico al que se encuentra el club ourensano.
El Básquet Coruña presentó su solicitud un día antes, el viernes, y su presidente, el ourensano Roberto Cibeira, aseguraba que sin era herramienta sería inviable la continuidad del club.
La LEB Oro, como todas las demás competiciones, están suspendidas temporalmente y los clubes se han quedado sin fuentes de ingresos y teniendo que asumir el mayor peso de sus gastos, las nóminas de los jugadores. Los ERTE parecen el elemento común al que ha recurrido el deporte español para salir a flote.