El rival del COB mañana recupera la denominación con la que brilló en ACB, pero no consigue encontrar el estilo de juego que lo aúpe en la clasificación
El Huesca, que mañana recibe al COB (21,00 horas) estuvo cerca del ascenso la temporada pasada. Disputó la final ante el Melilla. El COB padeció dos pesadillas distintas en veranos consecutivos. Dos ciudades donde el baloncesto ha servido como referencia deportiva y social sin competencia con ningún otro deporte. Pero para ambos clubes empieza a sonar demasiado lejano. La última presencia en la élite de los ourensanos fue en 2001. La de los oscenses, en 1996. Nada que ver con el presente.
Ya no están Granger Hall ni Brian Jackson en Huesca. Ni es el equipo del 'run and gun' con el que Ángel Navarro consiguió llenar el pabellón. Tampoco el que ganaba desde la defensa y catapultaba jóvenes con Quim Costa en el banquillo y que con Christian Díaz como base titular atisbó el ascenso. Ese es el más reciente. Al Huesca de esta temporada le ha tocado renovarse. Como muchos otros.
Sergio Jiménez es el encargado de coger la varita y asumir el reto. La temporada pasada ascendió al Araberri y ahora dirige a un equipo en el que solo se mantienen en la plantilla el capitán Jorge Lafuente y el pívot Marcos Portález. El resto, todos nuevos. Y casi todo apuestas.
Albert Fontet es el único que conoce la LEB Oro. Y se nota. Es la mejor referencia interior en las dos zonas. El máximo anotador, reboteador y jugador más valorado. A su lado debería sumar más de lo que lo hace Agustinas Jankaitis. El lituano tiene cada vez menos presencia en el equipo.
El juego interior lo completan la garra de Portález y la versatilidad de Andrija Simonic. El serbio no tiene kilos ni músculo pero corre bien la pista, tiene mano y hace daño jugando alejado del aro.
Faltan puntos
El principal problema del Huesca está en el perímetro. Jackson Capel no funcionó y su relevo, Matt Carlino, dejó el equipo el pasado fin de semana para jugar en la LEGA italiana. Sin él, el Huesca se queda sin la principal referencia en ataque. El jugador con licencia para asumir tiros sin descanso.
La baja de Carlino obliga a inventar puntos que no tienen los perimetrales. Porque Mikel Motos y Jorge Lafuente tienen en la defensa si mejor virtud, aunque el capitán está tirando de tres con los mejores porcentajes de su carrera.
El croata Jure Gunjina quizá tenga que regresar al puesto de alero alto pese a que cada vez tiene más minutos jugando como 'cuatro'.
Jokubas Gintvainis sí es pieza fundamental. Más aún sin Matt Carlino. Un base capaz de anotar tirando y penetrando y con talento para asumir más peso ofensivo en el equipo. Ahora, el jovencísimo Álvaro Sanz quizá aumente sus minutos cuando el lituano tenga que jugar como escolta.
Así es el próximo rival del COB. Un Magia de Huesca mejor a la carrera que en el juego estático. Todavía irregular pero claramente al alza y capaz de ganar en canchas tan complicadas como la del Breogán. Un partido accesible, pero no asequible.
