Sorpresa por el avistamiento de un buitre negro en los montes del Xurés en Baixa Limia

AVES

Personal del Parque do Xurés en Baixa Limia localizó al animal durante el mantenimiento de una ruta en Lobeira

El ejemplar de buitre negro fotografiado en la sierra del Leboreiro en Lobeira. | Foto: Luis Rubiños
El ejemplar de buitre negro fotografiado en la sierra del Leboreiro en Lobeira. | Foto: Luis Rubiños

La sierra del Leboreiro, territorio compartido entre Galicia y Portugal dentro del Parque Natural Baixa Limia-Serra do Xurés, ha sido el destino escogido por un buitre negro o ‘Abutre cincento’ en gallego (Aegypius monachus), para recibir al otoño.

El animal, el ave rapaz más grande de España con una envergadura que alcanza los dos metros, sorprendía hace unos días al personal del parque natural que se encontraba realizando labores de mantenimiento en una ruta de senderismo en Lobeira. “Fue una gran sorpresa, porque no es algo muy habitual. Estamos acostumbrados a ver buitres leonados, pero no un buitre negro y este con ganas de que lo fotografiasen. En un primer momento, se pensó que estaba herido, porque no escapaba, pero no”, recuerda Alba Lombao, jefa de Área de parques naturales de Ourense, destacando la gran biodiversidad que atesora la sierra del Leboreiro donde se localizó el ejemplar.

Una zona “a conservar”, enfatiza, pensando en otras aves rapaces que anidan en el territorio como el aguilucho pálido o ‘gatafornela’ (Circus cyaneus) y el aguilucho cenizo o ‘rapiña cincenta’ (Circus pygargus), que actualmente se encuentran clasificadas como ‘vulnerables' en la lista de especies amenazadas, y la reina de las aves rapaces, el Águila real, que se sigue trabajando para que anide en el Xurés.

Lucas González, experto en buitre negro de la Sociedad Española de Ornitología SEO BirdLife, explica que es frecuente que realicen grandes desplazamientos, “y cuando son individuos jóvenes o inmaduros, que no nidifican, hacen movimientos mucho más amplios que los individuos ya adultos. Bien en busca de territorio, aunque suelen ser bastante filopátricos, o bien en busca de alimentación”, señala el técnico de una colonia de Madrid, quien apunta que el ejemplar avistado en el Leboreiro “podría proceder de la Sierra de la Demanda en Burgos, o incluso que están nidificando en Portugal”, dijo.

Proteger los hábitats

No es la primera vez que se produce un avistamiento de buitre negro en el Xurés. El anterior se registró, también por personal del parque, en el año 2014 y fueron dos individuos. Más recientemente se tuvo conocimiento, por el posicionamiento del GPS, que había pasado un tercero. “Es normal que se puedan avistar, pero muy complicado que se produzca un anidamiento”, señala el experto de la Sociedad Española de Ornitologia, Lucas González, haciendo alusión al estudio realizado en 2017 por SEO BirdLife que localiza las zonas de población reproductora del buitre negro en Extremadura, Castilla y León, Castilla La Mancha, Andalucía, Madrid, Islas Baleares y Cataluña, con un total de 2.548 parejas repartidas en 43 colonias y seis parejas aisladas. “Todos los esfuerzos, estos años de trabajo para la conservación, han servido para mejorar su población”, apunta González, recordando que la especie, que llegó a estar en peligro de extinción, está considerada “casi amenazada” en el Libro Rojo de las Aves de España 2021.

El Xurés “es un buen ejemplo, un hábitat adecuado para este tipo de aves que necesitan un área muy grande para desarrollarse”, traslada Alba Lombao, quien apunta que la presencia de un buitre negro en la zona, donde hace unos años también se vio un alimoche común (Neophron percnopterus), “demuestra que tenemos un hábitat que resulta atractivo para las especies y que hay que seguir en este camino”. La labor del parque natural, enfatizaba su responsable, está centrada en proteger los hábitats que albergarían especies de todo tipo, conservando los robledales y las praderas de alta montaña.

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