Alvite, la pequeña aldea de Beariz que multiplicó por cinco su población
ALDEA OURENSANA
El 27 de julio recupera, tras ocho años, la fiesta de San Pedro con misa y comida campestre
La aldea de Alvite, en Beariz, tiene este año un doble motivo de celebración porque el próximo 27 de julio recupera su tradicional fiesta en honor a San Pedro, que habitualmente tiene lugar en esta localidad únicamente en año bisiesto, y que en el 2020, debido a la pandemia, no fue posible. De esta forma, desde el 2016, la fiesta de San Pedro quedó relegada a las localidades de Muradás (cada dos años) y Candedo (cada año).
Por otro lado, se da la circunstancia que transcurridos esos ocho años, “Alvite, aldea singular”, ya cuenta con marca turística propia registrada y, además de ser objeto de una profunda transformación con el embellecimiento de los espacios públicos y con la rehabilitación paulatina de hasta un total de 27 viviendas, también ha registrado un espectacular crecimiento de residentes y como lugar de vacaciones.
Así, una aldea prácticamente abandonada empezó a resurgir de sus ruinas a partir de 1996 con la puesta en marcha de una casa de turismo rural. En 2014, aún contaba tan sólo con cuatro residentes, cuando llegó a la localidad Carlos Gulías Roo, presidente de la asociación de vecinos y de la mancomunidad de montes, auténtico impulsor del despegue de esta aldea hasta la actualidad, en que tiene 21 habitantes permanentes y que durante las vacaciones, especialmente de verano, casi se duplican hasta cerca de los 40.
Casas
Los nuevos vecinos de Alvite son oriundos que estaban fuera o descendientes que conservaban las casas familiares que han decidido rehabilitar, aunque también hay otros que nada tienen que ver originariamente con la aldea y que han comprado propiedades para asentarse o para descansar. Su página web informa de los inmuebles disponibles e incluso sobre las posibilidades de trabajo. En estos momentos, hay 25 casas pendientes de rehabilitar, de las que 10 están a la venta.
En este mes de junio, ya se empieza a constatar más movimiento. A los peregrinos que eligen esta ruta, se suman los emigrantes, sobre todo de México y Brasil, para disfrutar de las vacaciones, que en muchos casos finalizan en agosto por el regreso a las aulas; y a los que se irán incorporando los procedentes de Vigo y A Coruña
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