Celanova urge un paso para atravesar la autovía

La Corporación de Celanova ha acordado por unanimidad instar a la Xunta la creación de un paso soterrado entre O Val y la Devesa, en Mourillós. Los vecinos de esta parroquia llevan más de una década “arriscando” sus vidas, tras quedar separados sus núcleos y propiedades por el acceso a la autovía AG-31. “A veciñanza pasou de ter tres pasos para camiñar dun lugar a outro da parroquia a ter que cruzar unha perigosísima rotonda que, aparte de non contar con ningún elemento que limite a velocidade no tramo, está mal construída”, dijo la nacionalista Ernesta Seoane.

La propuesta del BNG, respaldada por el resto de grupos, pasa por habilitar un paso subterráneo en una zona donde todavía se conserva una parte de la pista asfaltada que unía ambas poblaciones, cuyos vecinos cruzan a diario para ir a sus fincas, a la fuente, al bar o a la iglesia. Todos los grupos reconocieron un problema “social e vial” y el “desleixo da administración” cuando hace más de una década se diseñó y ejecutó esta autovía. “Temos que evitar que pase igual que en Vilanova coa mellora da OU-540”, dijo el portavoz de Celanova Decide, Manuel Nogueiras. “Eso foi o que nos levó a pedir a mellora da seguridade na San Rosendo ou fronte ao campo de fútbol”, recordó el popular Pablo Pérez, quien aludió a la posibilidad de mirar alternativas como semáforos.

En el transcurso de la sesión también se debatió la elección de los festivos locales de 2026 que, al caer en domingo el 1 de marzo (San Rosendo) y 16 de agosto (San Roque), se sustituirán por el 17 de febrero (martes de Entroido) y 15 de septiembre (Cristal). El PP, a favor de la fiesta de Vilanova, votó en contra y pidió (sin éxito) cambiar el martes de carnaval por San Martiño. “Non podemos entender esta elección, porque o Martes de Entroido aquí non se fai nada”, dijo Pérez en una clara alusión a que el Concello promueva actividades para esa fecha.

Toda la Corporación reslpadó la moción del BNG urgiendo acciones para frenar el genocidio en Palestina y también la resolución de la gestión del servicio público del matadero.

Ramallosa y limpiezas

En el turno de ruegos y preguntas, la popular Rosario Gómez trasladó el malestar por la elección de la pañoleta de la Ramallosa este año. “Cambiar el color es quitarle dignidad a la Ramallosa”, dijo, cuestionando también el diseño de este año, y tachando de insuficiente el número de charangas que acompañarán la procesión o la dejadez en la decoración de la casa consistorial. “Ruego que le quieran un poco a la Ramallosa”, dijo. Sin dejar las fiestas, el portavoz Pablo Pérez quiso felicitar al grupo que está recuperando el Folión Castrexo “e que se utilice como reflexo para a Ramallosa”. El alcalde, Antonio Puga, corroboraba la implicación y el trabajo colectivo. “Era algo que estaba no sentir de todos recuperala. Oxalá que a celebración sexa un día de desfrute, porque marcará a posibilidade de seguir coa festa”, dijo, y respondiendo a Ernesta Seoane dijo que está pendiente la solicitud de declaración de la Ramallosa como fiesta de interés turístico por falta de personal.

La portavoz del BNG trasladó las quejas vecinales en cuanto a la necesidad de limpieza de maleza y aceras, tanto en la villa como en el rural, y solicitó la celebración de un curso de gallego, confirmando la concejala Teresa Barge que en otoño empezará uno gratuito a través de Formavigo.