El claustro celanovés, en flor

La villa de San Rosendo recuperó su tradición de las coloridas alfombras del Corpus y del desfile de los niños y niñas en su Primera Comunión en torno al arte floral que retó a la lluvia

Las niñas y niños recorren una de las alfombras florales del claustro celanovés, tras la ceremonia de la Primera Comunión. (XESÚS FARIÑAS)
Las niñas y niños recorren una de las alfombras florales del claustro celanovés, tras la ceremonia de la Primera Comunión. (XESÚS FARIÑAS)

Celanova recuperó este año -tras las restricciones impuestas por el covid- su tradición de las alfombras florales con motivo de la celebración del Corpus Christi, aunque el tiempo lluvioso que marcó la jornada dominical en la villa de San Rosendo obligó a trasladar al claustro las distintas creaciones, que se desplegaron por los cuatro lados de su perímetro -alrededor de 80 metros por lado- para deleite de fieles y visitantes.

Como es tradición, coincidiendo con la celebración del Corpus, fueron varios los niños que aprovecharon para celebrar su Primera Comunión; en este caso fueron ocho, cinco niñas y tres niños.

Tampoco faltó la música, que corrió a cargo de la Coral Solpor, en el transcurso de la misa solemne y de la banda de Música de Celanova en el claustro barroco.

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