Mariachis por sorpresa para animar Vilavidal, en Ramirás

Una pizarra en la puerta del bar es la señal para que los vecinos de Ramirás sepan que esta semana toca mariachis en el café bar de San Andrés. Una iniciativa que se fraguó este verano, con el cambio de gerencia en el local, y que se extenderá en otoño para animar las veladas en el rural.

Angélica María Méndez y Joel Requena en su establecimiento.
Angélica María Méndez y Joel Requena en su establecimiento.

A medio camino entre Celanova y Cortegada, en San Andrés de Vilavidal (Ramirás), reabría sus puertas este verano un café bar con acento venezolano y aires de México. Con El Mariachi de San Andrés, Vilavidal recuperaba un nuevo punto de encuentro donde tomar un café y, con él, un espacio donde disfrutar, cada jueves y si la agenda del grupo lo permite, de música mexicana en directo.

Esta novedosa propuesta en el rural celanovés, todo un éxito que ha movilizado a vecinos de toda la comarca, de Cortegada y mismo de Ourense, viene de la mano de Angélica María Méndez y Joel Requena, un matrimonio emigrado desde Venezuela con raíces en Ramirás. “Mi abuelo era de Quintas. Se marchó de aquí con 17 años y trabajó mucho por Venezuela, y ahora, por la situación del país, nos tocó emigrar a nosotros”, relata Angélica María, quien a pesar de llevar ya cuatro años residiendo en Ramirás, aún se emociona al recordar a su abuelo y las muestras de cariño y la ayuda recibida de sus convenios. “Al principio tuvimos dudas de venir a Galicia porque nos decían qué íbamos a hacer aquí, que no había trabajo. Pero sí que hay trabajo, desde que llegué no hemos parado de trabajar honradamente, y no nos arrepentimos”, asegura la joven, maestra de profesión.

A su lado Joel asiente y muestra la colección de sombreros mexicanos que preside la pared. Hace año y medio, dejó el sector de la construcción para coger las ruedas de Mariachis Vigo y, con ello, trabajar en su pasión, la música. En un verano repleto de actuaciones por toda Galicia, la inauguración del bar supuso un nuevo escenario en el que poder disfrutar de lo que más le gusta. “Esto no es trabajo para mí y lo hago con todo el cariño”, asegura el responsable del grupo que, si ve que no hay actuaciones contratadas, los jueves convoca a los mariachis para ambientar las veladas en el rural. “Es muy lindo ver a la gente que hacía tiempo que no salía de casa, venir hasta aquí. Hemos tenido el local lleno”, describía Angélica María, quien enfatiza: “No cobramos entrada, es un regalo. La gente está toda la semana expectante, y lo pasa bien”. Hoy Mariachis Vigo tiene una actuación lejos de San Andrés, pero Angélica María asegura que habrá más oportunidades. “Mientras que este local esté abierto, mariachis siempre los van a tener, porque mi esposo es mariachi”.

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