La “raia” urge la inclusión de la AG-31 en la Cumbre Ibérica

La Xunta instará al Ejecutivo de Pedro Sánchez a que incluya este eje en la reunión con António Costa

La frontera de A Madalena, entre Lobios y Ponte da Barca, albergó un acto político en agosto. (La frontera de A Madalena, entre Lobios y Ponte da Barca, albergó un acto político en agosto. (ÓSCAR PINAL)
La frontera de A Madalena, entre Lobios y Ponte da Barca, albergó un acto político en agosto. (La frontera de A Madalena, entre Lobios y Ponte da Barca, albergó un acto político en agosto. (ÓSCAR PINAL)

La prolongación de la autovía de Celanova AG-31 hasta la frontera portuguesa en A Madalena (Lobios), coloquialmente bautizada ya como “Celanova-Xurés”, coge impulso ante la próxima Cumbre Ibérica que, en el mes de octubre, protagonizarán los presidentes de España y Portugal, Pedro Sánchez y António Costa, en Viana do Castelo.

El Parlamento de Galicia ha acordado instar a la Xunta a que, de manera formal, solicite al Gobierno de España la inclusión, en el orden del día de la “cimera” ibérica, “a conexión por autovía entre Celanova e a fronteira portuguesa. Unha reivindicación recentemente demandada pola Deputación de Ourense, ás cámaras lusas, o goberno portugués e, por suposto, tamén por todos os concellos que conforman as comarcas da Baixa Limia e as Terras de Celanova”, dijo en su intervención en la Comisión 1ª, Institucional, de Administración Xeral, Xustiza e Interior, el parlamentario popular José Antonio Armada, haciendo referencia al acto protagonizado el pasado 31 de agosto por alcaldes y representantes regionales en la frontera de A Madalena, y en el que se firmó una carta posteriormente remitida a Pedro Sánchez y António Costa para “exigir” voluntad política para completar la construcción del eje viario “con la mayor brevedad posible” en el ámbito del Plan de Recuperación y Resiliencia 21-26/Next Generation u otro instrumento de financiación.

En los últimos meses se ha generado una “dinámica importante” en la “raia” para reivindicar este eje, sumando un respaldo social y empresarial sin precedentes, con el apoyo de casi 2.500 firmas individuales y de más de 50 colectivos sociales y empresariales, representando estos últimos a la práctica totalidad del tejido ourensano con más de 10.000 asociados. “Estamos ante unha ocasión espectacular, cos fondos de resiliencia”, dijo Armada en su intervención, para reivindicar esta infraestructura que mejoraría sustancialmente las conexiones entre ambas regiones en el eje Oporto-Ourense.

La titularidad de la vía -tanto la AG-31 como la OU-540 que vertebra el territorio desde Celanova a la frontera son competencia autonómica- y el carácter transfronterizo del eje son los argumentos en los que se escudan los gobiernos central y autonómico para no dar un paso al frente y liderar la mejora que reclaman los agentes del territorio. Una vía de alta capacidad para el eje de comunicación más directo y natural de la provincia de Ourense con el norte de Portugal, que reforzaría la competitividad y abriría nuevas oportunidades e inversiones para un territorio rico en patrimonio, naturaleza y termalismo, pero asolado por el envejecimiento y la despoblación.

El debate llega al Congreso

La ampliación de la AG-31 ha llegado al Congreso. La última pregunta, registrada el pasado día 15 por Galicia en Común, busca el pronunciamiento expreso del Ejecutivo central sobre si hay algún avance o interés en este eje, y mismo si se prevé incluir la propuesta en la próxima Cumbre Ibérica. Preguntas -salvo esta última- que ya realizó el diputado popular Celso Delgado en mayo y que el Gobierno respondió por escrito que es competencia autonómica. Anteriormente lo había hecho el BNG.

A expensas de su debate en la Comisión de Transporte y Movilidad está la proposición no de ley presentada en junio por el Grupo Parlamentario socialista en el que se insta al Gobierno a impulsar la conexión internacional de la AG-31 con Portugal, “llevando a cabo todas las acciones necesarias y oportunas, con el objetivo de garantizar la conexión internacional con una vía de alta capacidad”, recoge el texto de Uxía Tizón y Adolfo Pérez.

Actualmente, entre la IC-28 (Ponte da Barca) y la AG-31 (Celanova) hay un trazado de 70 kilómetros con muchas curvas y travesías urbanas que obligan a reducir la velocidad (hasta los 30 km/h). La Xunta trabaja en un proyecto de mejora de la OU-540 que incluye la reducción de curvas y creación de terceros carriles para facilitar los adelantamientos.

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