San Antón reúne a cientos de fieles en los montes de Ábedes

Los montes de Ábedes volvieron ayer a convertirse en un verdadero hervidero de fieles y romeros al San Antón, que aprovecharon el decretado festivo en Verín para degustar el resultado de las matanzas del pasado mes de diciembre. Muchos comenzaron ya desde primera hora de la mañana a establecer sus particulares asentamientos, incluso antes de que tuviese lugar la celebración eucarística. Otros tantos se acercaron, dada la excelente temperatura y el soleado día, con sus mascotas, para recibir la bendición en la capilla de Ábedes.

El tercero de los protagonistas fue, sin lugar a dudas, el astro rey. Muy pocos recuerdan un día tan caluroso y exento de las más mínima presencia de nubes como el de ayer, en el que en las horas centrales del día llegaron a rozarse los veinte grados centígrados, medidas que marcaron la festividad, que reunió, como ya es tradicional, a centenares de vecinos para disfrutar de los chorizos asados acompañados de los vinos de la comarca, además de otros productos típicos del cerdo.

Previamente a la degustación gastronómica, se desarrolló la procesión desde la iglesia parroquial de la localidad, recorriendo las calles de Ábedes hasta llegar a la capilla de San Antón, en la que se dio paso a la celebración eucarística. Tanto el traslado de la figura del santo como la posterior misa -y gran parte de la tarde- estuvieron amenizadas por una charanga.

La fiesta de San Antón contó con la dotación de un punto de atención sanitaria de la Cruz Roja por si pudiese resultar de necesidad. Además, Protección Civil de Verín dispuso un dispositivo especial para atender también a posibles emergencias médicas. No faltó tampoco el regidor local, quien aprovecha cada 17 de enero para celebrar además su particular aniversario. Ni los cigarrones, que con la salida de ayer por las calles de Verín dieron el pistoletazo de salida al próximo Entroido.