El teatro toma las calles de Verín

REPORTAJE

Kotodama, el grupo de teatro de Verín, busca las maneras más ingeniosas de ejercitar a sus alumnos. Los de la clase de adultos salieron a las calles de la villa a interpretar personajes con características muy peculiare

El teatro sale a las calles de Verín

Una monja con síndrome de Tourette, una abuela reguetonera y un portugués con TOC. También un mexicano ciego proxeneta, una pija y una motera con Parkinson. Un hippie asmático, una india y un Willi Wonka obsesionado con el chocolate. Son algunos de los 14 personajes con estigma que tomaron las calles de Verín la pasada semana y robaron numerosas carcajadas a los vecinos con los que se iban topando.

Estos personajes son alumnos de la clase de adultos del grupo de teatro Kotodama de Verín, quienes tuvieron que realizar un ejercicio muy diferente a lo que acostumbran y que, sin duda, les hizo pasar una jornada “única, divertida y muy amena”, comentaban. “Es un ejercicio en el que debían tratar de mantenerse en sus personajes durante cuatro horas, interactuando con todo aquel con el que se cruzaban, y muchos de ellos eran conocidos. La única norma era no salirse del papel”, cuenta Santi Cañaveral, el profesor y creador de Kotodama, quien quiere convertir este grupo en la primera escuela de teatro profesional del rural gallego.

El grupo al inicio de su interpretación.
El grupo al inicio de su interpretación.

Con más de 35 alumnos de edades variadas, Santi Cañaveral trata de realizar actividades para el autodescubrimiento, la interpretación, la escucha y multitud de posibilidades para que cada uno de sus alumnos descubra lo que es el teatro, más allá del guion, y se conozcan a sí mismos. Y funciona. Ya sea por la variedad de sus clases o la pasión que pone Cañaveral a la hora de enseñar y crear espíritu de compañía.

Un “amor al arte” que se reflejó en las oraciones de la monja por las mesas de los locales hosteleros, en los bailes de la anciana de 100 años y en el interés de una “choni” extranjera por saltar a la fama: “Lo pasamos muy bien y se trataba de que la gente también disfrutase”, apuntaron con la resaca emocional de una jornada muy intensa.

El grupo verinés. (Foto: C.C.).
El grupo verinés. (Foto: C.C.).

Ahora, con las vacaciones a la vuelta de la esquina, los alumnos y el actor verinés continúan trabajando para mejorar la técnica y para desinhibirse. ¿Qué será lo próximo que sacarán a la luz? Otro ejercicio de personajes con estigma, esta vez, del grupo de adolescentes. También preparan varias escenas para dar forma en una cafetería de Verín y, tras un breve descanso, vuelven en agosto con varias obras de teatro. Y todo ello bajo el lema “la vida es teatro”, como dijo una de las alumnas adultas de Santi Cañaveral.

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