Benigno Moure, una vida espartana

UN OURENSANO EJEMPLAR

La trayectoria vital de Benigno Moure está jalonada de hitos amparados bajo el paraguas de la vocación de servicio y la atención a los demás, con el norte puesto en mayores, desvalidos o desfavorecidos

Publicado: 01 dic 2024 - 05:10 Actualizado: 01 dic 2024 - 10:51

A Limia. Promotor de equipos de fútbol.
A Limia. Promotor de equipos de fútbol.

Estuvo siempre en la vanguardia. Fue de los curas pioneros en motorizarse, primero con una motocicleta, luego con un mítico 4-L (popularizado como “Cuatro Latas”), con el que recorrió la provincia centenares de veces. La condición vanguardista se refería siempre a las ideas, porque en lo personal se manejaba con lo más humilde. Su mayor avance en la automoción fue un Volvo de la serie 4, que le llevó a todas partes durante más de dos décadas. De hecho, nunca se reconoció en el ejecutivo que fue, como evidenciaba con su indumentaria de ternos eternos o zapatos con miles de kilómetros bajo sus pies (recuerdan desde su entorno que en una ocasión fue a una entrevista oficial con dos zapatos distintos).

En otra, acudió a recoger un premio con los pantalones raídos. Cuando se lo hicieron ver, respondió tranquilamente: “Bueno, tampouco terá tanta importancia”. Sentía orgullo de los éxitos obtenidos en la labor asistencial de sus iniciativas, pero nunca los asumió como suyos, sino que los depositaba sobre los responsables correspondientes y en la labor de equipo. Cuando había contratiempos y sus colaboradores eran presa del agobio, él acudía a insuflar ánimos, pues una de sus constantes era no arredrarse ante la adversidad. “Vivió momentos de mucho vértigo, como cuando se construían al mismo tiempo las residencias de A Farixa, Xinzo, Valverde o Maceda, que suponían un esfuerzo económico colosal. Nunca se achicó”, dicen quienes vivieron de cerca el proceso.

Improvisado fogueteiro en Arnoia..
Improvisado fogueteiro en Arnoia..

Era recto al reclamar el mejor trato para los mayores y, sin embargo, no dejaba que se preocupasen por cuando lo fue. Sobre todo si incidían en pedirle que dejase de fumar. Nunca concedió el más mínimo resquicio en este campo y ni siquiera hacía caso, cuando en las ocasiones que se encontraba mal y sus colaboradores le ponían carteles en las paredes con mensajes antitabaco. Cuentan que fue capaz de rechazar un eventual internamiento hospitalario porque implicaba dejar de fumar.

De procesión en Xinzo con las autoridades civiles y miliares.
De procesión en Xinzo con las autoridades civiles y miliares.

En lo que sí existe coincidencia es que en su vida privada vivió como quiso.

Con el arzobispo Julián Barrio y todos los obispos gallegos, incluido el de Astorga, Camilo Lorenzo, ourensano de Cea.
Con el arzobispo Julián Barrio y todos los obispos gallegos, incluido el de Astorga, Camilo Lorenzo, ourensano de Cea.

Disfrutó de su familia, de los amigos y del juego de cartas, al que se dedicaba con pasión. Durante muchos años empleó muchas tardes de domingo con otros colegas -Salgado Valdés, Agustín Madarnás, Losada Castiñeiras o Enrique Bande eran de los asiduos- a partidas interminables en Seixalbo, con los hermanos Álvarez Armada como anfitriones.

Deja un legado imprescindible y nunca lo suficientemente reconocido

La trayectoria vital de Benigno Moure está jalonada de hitos amparados bajo el paraguas de la vocación de servicio y la atención a los demás, con el norte puesto en mayores, desvalidos o desfavorecidos. Imprimió paso vivo a cada iniciativa, sabedor de que la necesidad va por delante. Pilotó y consolidó un emporio empresarial convertido en el primero de la provincia, con diferencia, en el ámbito asistencial y segundo por puestos de trabajo generados en la misma, con equipos preparados para garantizar el relevo y la continuidad cuando él hubo de ir dejando responsabilidades. En definitiva construyó un entramado sin el que hoy sería imposible imaginar los servicios sociales y la atención a los mayores en Ourense.

Se anticipó a los problemas sociales y a la Administración pública, a la que por obligación le hubiese correspondido asumir esta labor. Paradójicamente esta administración recurrió al entramado social de Benigno Moure para resolver problemas sociales para los que ella no tenía solución. Benigno Moure convirtió Ourense en un referente asistencial para la tercera edad y deja un legado nunca bien reconocido y ciertamente impagable.

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