A la caza de las gangas y de la Nancy de Aitana en Ourense

El año nuevo trajo consigo la llegada de los porcentajes al Paseo. Varias de las principales firmas asentadas en la arteria comercial de la ciudad desplegaron su arsenal de descuentos para captar clientes en enero. Se adelantan al tradicional comienzo de las rebajas después de la llegada de los Reyes Magos, con ofertas que desploman los precios hasta un 50% como norma general, aunque en algunos casos llega hasta el 60% o incluso el 70% en determinados artículos.

El disparo prematuro de la campaña de rebajas cuando Sus Majestades apenas están a kilómetros se notó ayer en el centro de Ourense. Las bolsas de papel eran el complemento de buena parte de los viandantes, y en el interior de los comercios que aplicaban descuentos se aglutinaban clientes deseosos de aprovecharlos.

Un ejemplo es una mujer que sale cargada con dos bolsas repletas de la tienda de Adolfo Domínguez. Se dejó caer por allí para cazar alguna rebaja neonata. ¿Sobre el inicio tempranero de las ofertas? “Mejor, porque así puedes aprovechar para los Reyes”, opina Rosa con su botín. A mediodía, la diversidad de artículos comenzaba a estrecharse. “Había variedad”, dice Rosa, “pero ahora a última hora ya casi no queda nada. Es mucha gente”.

El comercio local espera

Algunas cadenas se apresuraron a aplicar descuentos para aprovechar el tirón del consumo navideño, pero otras grandes firmas, como Inditex, esperarán el paso de Sus Majestades. Varios negocios modestos de la ciudad ya cuelgan carteles con porcentajes, pero el Centro Comercial Aberto Ourense Centro se encomienda a navegar en sintonía con la multinacional de Amancio Ortega.

Aunque cada negocio decide lo que más le conviene, “si el gran grupo textil apuesta por el 7 de enero, nosotros también”, asevera Luis Rivera, presidente de la asociación, quien detalla que es la opción escogida por “el grueso de los comerciantes”. “Lo que no podemos hacer es solapar campañas”, explica, en referencia a la coincidencia entre el pico navideño y las rebajas de enero. Rivera insiste en que se debe buscar “un calendario estable, las cosas tienen que ir a su debido orden”.

Los descuentos tempraneros afectan “relativamente” al pequeño comercio. “La gente empieza a preguntar por las rebajas el 20 de diciembre”, comenta Rivera. En todo caso, la campaña navideña está dejando buenas sensaciones. “En líneas generales, estamos contentos. Siempre podría ser mejor, claro, pero la gente apuesta por el comercio de proximidad porque sabe que es una garantía”.

Los juguetes imposibles

Los pajes reales cierran las últimas compras para abastecer de regalos a las 305.000 personas que viven en la provincia. Prendas de ropa, zapatos, fragancias… El trasiego en el Paseo era significativo ayer. En todo caso, el sector que hace el agosto en pleno invierno es el de los juguetes. Los establecimientos especializados viven días de trabajo continuo para satisfacer las demandas que los niños ourensanos plasman en sus cartas.

Un juguete en concreto está causando fiebre entre los más pequeños: la Nancy de Aitana, la cantante. Se vende como los churros y está poniendo a bailar Las babys -la canción del verano- a los pajes que, desesperados, tratan de hacerse con ella. “La muñeca estaba agotada y, de repente, la repusieron”, cuenta Vanesa en un establecimiento de la ciudad: “De repente vi tres ahí. ¡Casi me da algo! Al final, la pude coger”.

No es el único artículo ansiado por los niños ourensanos. Las cartas a Sus Majestades incluyen todo tipo de juguetes, entre los que destacan, por ejemplo, los laboratorios de bolígrafos, la torre de los SuperThings o el dragón de tres cabezas de los Goo Jit Zu. Escasean en los lineales de las jugueterías. Según detalla el personal de la Din&Don de Concordia, se trata de artículos “a partir de tres y cuatro años hasta los siete y ocho”. La tecnología mete cada vez más el pie con la venta de relojes inteligentes de juguete, que carecen de conexión a internet y tienen un carácter educativo.

Lo que no cambia es el estereotipo sexista de los juguetes. Las cajas de muñecas y bebés están impregnadas en rosa y las de muñecos de acción, en azul. “La gente sigue queriendo rosa para la niña y azul para el niño, y el fabricante sigue sacando así”, observa una dependienta. Por mucho que se esté de acuerdo o no, “la sociedad, al final, te lo acaba reclamando”.