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MOVILIDAD
Vuelta a la carga. Tras varios anuncios en este mandato y el anterior, el alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, vuelve a insistir en su intención de suprimir el servicio de ORA (Ordenanza Reguladora de Aparcamento), también conocida como línea azul. El regidor propuso ayer esta supresión en una junta de portavoces, en la que comunicó a PP, PSOE y BNG que el gobierno municipal estudia suprimir este pago por aparcar en el centro y les pidió conocer si los grupos facilitarían con su voto en el pleno esta eliminación de la ORA.
Desde los servicios jurídicos municipales existen posturas discrepantes en relación con el procedimiento que se debería seguir para suprimir la ORA. Hay dos posibilidades: cancelar el sistema en junta de gobierno local o suprimirla con un acuerdo plenario que anule la ordenanza reguladora vigente.
Ante este segundo escenario, el alcalde pidió a los grupos que le manifiesten si estarían dispuestos a apoyar un hipotético acuerdo plenario, ya que de ser así el gobierno local optaría por esa vía.
Los grupos expresarán en una nueva reunión de portavoces la próxima semana cuál es su postura. Los tres grupos manifestaron ayer que necesitan estudiar los pormenores y posibles perjuicios que podría tener esta decisión para las arcas públicas y la movilidad urbana.
Desde el PP, la portavoz, Sonia Ogando, señaló que valorarán “los pros y los contras, que no son pocos”, e incluso barajan presentar alternativas.
En el PSOE, su portavoz, Natalia González, avanzó que estudiarán “con rigorosidade” la posible supresión de la ORA, para lo cual abrirán “unha rolda de contactos” para sopesar los pros y los contras. Los socialistas consideran oportuno “analizar o impacto social e económico que pode ter para a cidadanía e para as arcas públicas”. Además, González recordó que se trata de un servicio que tiene la concesión en precario y en el que debería tenerse en cuenta la planificación municipal en materia de movilidad y promover futuros aparcamientos disuasorios”.
Por último, Luis Seara, portavoz del BNG, afirmó que la eliminación de la zona azul es “unha cuestión importante que ten efectos sobre a mobilidade do conxunto da cidade e que polo tanto teremos que avaliar colectivamente no seo da organización, como facemos sempre”. Seara lamentó el ”grao de disparate” en el que está instalado el Concello, después de que se les convocase a la junta de portavces el domingo por Whatsapp “sen coñecemento previo da orde do día e dos asuntos dos que se ía falar. Fomos a cegas”.
La concesión de la grúa y la zona azul venció en abril de 2016, si bien tiene prórrogas de cinco en cinco años hasta 2031. En el último año, tras una actualización solicitada por la empresa, el Concello pagó por el servicio 1.416.550,66 euros. Sin embargo, el servicio es claramente deficitario, puesto que el Concello recaudó 788.216,42 por la ORA y 150.918,00 por la recogida de vehículos con la grúa, por lo que ni siquiera se llega al millón de euros recaudado.
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